La mayor parte de la vida transcurre en el trabajo, en medio de actividades productivas y, para los habitantes de las ciudades, en medio del caos cotidiano y altos niveles de contaminación. Esto tiene consecuencias tanto para la salud como para el ánimo. Pero más que buscar medicamentos para reducir el estrés, un grupo de científicos demostró que lo que necesitamos son “experiencias naturales”.
Una experiencia natural se define como cualquier actividad en la que se incluya una interacción con elementos de la naturaleza: una caminata o paseo por un parque, hacer jardinería, meditar bajo la sombra de un árbol, etcétera.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan le pidieron a 36 voluntarios que realizaran una experiencia natural al menos durante 10 minutos cada día, durante las 3 semanas que duró un estudio llevado a cabo en esta institución.
Los niveles de estrés de los participantes se midieron a través de muestras de saliva de manera regular para encontrar la hormona cortisol, asociada al aumento del estrés en el cuerpo.
Según los investigadores, la experiencia natural se relacionó con una reducción de 21,3% de los niveles de cortisol. Además, encontraron que el efecto es acumulativo, pues con 20 a 30 minutos de EN, el cortisol disminuye aún más.
Según los investigadores, la experiencia natural se relacionó con una reducción de 21,3% de los niveles de cortisol.
El estudio no busca explicar exactamente por qué la EN reduce el estrés (además, la metodología incluía evitar el uso de redes sociales, así como evitar el ejercicio aeróbico, por ejemplo, lo que también podría explicar la reducción de cortisol y alfa-amilasa en el cuerpo).
En realidad, los investigadores buscaban saber cuánto tiempo en la naturaleza es suficiente para disminuir el estrés de manera efectiva, y la recomendación en este sentido se sitúa en el rango de los 20 o 30 minutos diarios.
Con información de Ecosfera.