Cuando nació, a fines de 1999, Exing tenía el propósito de ser una empresa distinta en el mercado, que ofreciera a otras firmas servicios y soluciones tecnológicas integrales, diferenciales y de excelencia. Ya desde aquellos orígenes, la búsqueda de la sustentabilidad también estuvo muy presente entre sus prioridades. En tiempos en que aún no era tan frecuente escuchar sobre responsabilidad social empresaria y conciencia ecológica, sus socios fundadores montaron una empresa en la que se consideraba tan importante la rentabilidad como el bienestar de las personas, la comunidad y el medioambiente. Sin embargo, esta manera visionaria de encarar los negocios no estaba plasmada formalmente en ningún lugar, ni tampoco sus procesos estandarizados. Fue entonces que Diana Ordoqui, directora ejecutiva de Exing, convocó a CR Consultora en Sustentabilidad en 2013 para consolidar y sistematizar todos los hitos logrados hasta el momento y visualizar las oportunidades de mejora en clave sustentable. Y, definitivamente, la experiencia trajo grandes resultados.
En julio pasado, Exing obtuvo un logro extraordinario: la organización estadounidense B Lab le otorgó la certificación como Empresa B, un sello de excelencia que reciben firmas de todo el mundo que cumplen con altos estándares de desempeño social y ambiental, responsabilidad y transparencia. Para lograr este reconocimiento, Exing debió atravesar un exhaustivo proceso de mediciones y análisis de las cinco áreas más relevantes: Gobernanza, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medioambiente.
B Lab es una ONG que se propone la transformación del modelo económico internacional a partir de la promoción de negocios más inclusivos, equitativos y regenerativos para todas las personas y el planeta.
Actualmente existen en la Argentina 244 empresas que han obtenido la Certificación B, 1220 en Latinoamérica y 9006 en todo mundo, cifras que se incrementan mes a mes.
“La certificación como Empresa B ha sido un deseo de Exing desde sus inicios”, nos cuenta Daniela Roel, Co-fundadora y directora financiera de CR Consultora en Sustentabilidad, quien fue la especialista encargada de acompañar a esta innovadora firma local. “Por eso aquí el principal desafío consistió en formalizar prácticas que Exing ya venía trabajando pero que no estaban estandarizadas”.
“En el caso de Exing, el principal desafío consistió en formalizar prácticas que la empresa ya venía trabajando, pero que no estaban estandarizadas”. Daniela Roel, cofundadora y directora de CR Consultora en Sustentabilidad.
El camino a la certificación implica rigurosos procesos de auditoría documental que son realizados por profesionales que residen, muchas veces, fuera del país. “Por estas cuestiones, transmitir todo el impacto que la empresa genera resulta un desafío importante. Durante esta búsqueda, la prueba documental se convierte en una herramienta fundamental para dar cumplimiento a todo el proceso”.
La consultoría como herramienta clave
¿Cuándo surgió la inquietud de ordenar y formalizar las prácticas sustentables que Exing ya venía ejecutando? ¿Cómo se llegó a encargar inicialmente un informe de sustentabilidad y luego a transitar el exigente camino de la certificación B? El primer reporte de sustentabilidad que solicitó Exing fue al del cierre de la gestión 2023: “La elaboración del documento surgió de la necesidad de disponer de una herramienta de rendición de cuentas que estuviese elaborada bajo GRI, la iniciativa internacional de reporte mayormente utilizada a nivel mundial. Nuestro objetivo era demostrar de manera transparente y a todos los grupos de interés de Exing, los resultados concretos de un gran año de trabajo en pos de la sustentabilidad”, comparte Daniela.
Diana Ordoqui, directora ejecutiva de Exing, también cuenta desde su perspectiva aquella experiencia iniciática que marcó la senda: “La decisión de incorporar la sustentabilidad en nuestro modelo de negocio, muestra nuestro fuerte y claro compromiso con la causa. También lo demuestra la posterior decisión de embarcarnos en la certificación como Empresa B, que implicó la modificación de nuestro estatuto -admite-. Participé de la fundación de esta empresa hace 25 años, buscando ofrecer un servicio de calidad que escuchara, entendiera y acompañara a otras empresas en sus necesidades. Y en esta búsqueda, el proceso de certificación nos ha permitido avanzar mucho: nos ayudó a organizar, documentar y profesionalizar nuestros procesos, mejorar la comunicación y establecer objetivos sostenibles en el tiempo que no dependan únicamente de la voluntad de las personas”.
“La decisión de incorporar la sustentabilidad en nuestro modelo de negocio y realizar ese cambio en el estatuto, muestra el fuerte y claro compromiso de Exing con esta causa”. Diana Ordoqui, directora ejecutiva de Exing.
¿Qué necesita una empresa para orientarse hacia la sustentabilidad? ¿Una PyME también puede aspirar a esto? ¿Cómo damos el primer paso? Quien contesta es Daniela, desde CR: “Nuestro mensaje para otras empresas, y para las PyMES en particular, es que la transformación hacia modelos de negocio más sustentables es posible y genera una ventaja competitiva. Certificar como Empresa B por un organismo internacional como B Lab, luego de un proceso tan amplio y riguroso, es muy gratificante y una gran muestra de compromiso y responsabilidad”.
Un buen comienzo, para toda firma interesada, es evaluar y proponerse mejorar sus prácticas actuales, enfocándose en áreas clave como la sustentabilidad ambiental, el impacto social y la transparencia. También es fundamental buscar buen asesoramiento y aprender de otras compañías que lograron antes la certificación.
Experiencia Exing: diagnóstico y estrategia
“En este caso, primero trabajamos en un proceso de diagnóstico inicial, que consistió en conocer la empresa y a las personas que la conforman, sus valores y sus principios -detalla Daniela-. Mediante entrevistas y reuniones con el equipo de trabajo, realizamos un mapeo de los programas, proyectos y acciones en los que la empresa ya venía trabajando y que muchas veces no eran vistos desde la óptica de la sustentabilidad. Además, identificamos los riesgos y oportunidades de mejora y realizamos el diseño de la estrategia de sustentabilidad”.
“El proceso de certificación nos ayudó a organizar, documentar y profesionalizar nuestros procesos, mejorar la comunicación y establecer objetivos sostenibles en el tiempo que no dependan solo de la voluntad de las personas”. Diana Ordoqui, directora ejecutiva de Exing.
A partir de allí, CR Consultora en Sustentabilidad comenzó a trabajar en la puesta en marcha e implementación de la estrategia, en la que se priorizaron cuestiones asociadas a las oportunidades de mejora identificadas. “Además, llevamos adelante encuestas a los grupos de interés, fijamos los objetivos, plazos y responsables de la ejecución, y realizamos de manera trimestral un análisis de los desvíos y acciones a mejorar. En línea con estos avances, la evaluación se retroalimentaba y comenzamos el proceso firme para alcanzar los 80 puntos mínimos requeridos”.
Concluida esta etapa, y tras una ardua instancia de auditoría, finalmente se obtuvo la certificación con 90.1, “un muy buen puntaje que excede ampliamente el mínimo exigido”, celebra la experta.
“En este punto es importante detenerse a pensar que las Empresas B no son perfectas, y que la certificación no es el final de un proceso sino el inicio de una evolución más compleja, que implica un compromiso enorme de mejora contínua», subraya Daniela Roel. ¿Y qué viene después? “Lo que sigue es trabajar para poder mejorar, para continuar minimizando el impacto ambiental de la operación y seguir contribuyendo al desarrollo de los trabajadores y la comunidad donde la empresa opera, sabiendo que siempre se podrán hacer las cosas mejor”.
“Es importante detenerse a pensar que las Empresas B no son perfectas, y que la certificación no es el final de un proceso sino el inicio de una evolución más compleja, que implica un compromiso enorme de mejora contínua”. Daniela Roel, cofundadora y directora de CR Consultora en Sustentabilidad.
Para la especialista en sustentabilidad, algo muy importante de este camino fue que el propósito y los valores de Exing siempre estuvieron muy claros desde la Alta Dirección y así cascadeaban al resto de la organización. “El cambio de cultura hacia este nuevo paradigma, uno de los puntos más difíciles para empresas que aspiran a ser Empresas B, ya estaba sobre la mesa y solo faltaba ese empujoncito final”.
Sobre lo que viene, Diana Ordoqui, desde Exing, aporta una reflexión: “Creemos firmemente que las empresas tenemos un rol crucial en la creación de un futuro más sostenible. Al liderar con el ejemplo y demostrar que la sustentabilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano, esperamos inspirar a otras a seguir el mismo camino”, se entusiasma. “Cada vez más compañías están descubriendo los beneficios de la sustentabilidad, no solo desde una perspectiva ética, sino también por el impacto positivo en su eficiencia y reputación. Este creciente interés se manifiesta también en la demanda de soluciones ecológicas y en la presión de consumidores, inversores y la sociedad en general. Esto es notable en empresas con casas matrices que comienzan a seleccionar a sus proveedores y socios de acuerdo con criterios de sostenibilidad”, revela la directora ejecutiva de Exing. “Por suerte, aunque persisten los desafíos y cierta resistencia, el camino está alentadoramente trazado”.