Este año se conmemora el 125° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Argentina y Japón, y la agenda común tiene a la cooperación en áreas energéticas entre sus principales desafíos. Los proyectos en sectores como el litio, el hidrógeno verde y la biotecnología, donde tienen presencia destacada las empresas niponas, serán claves para el futuro del planeta, ya que día a día se torna más imperiosa la descarbonización de la matriz energética.
Si el calentamiento global supera transitoriamente los 1,5° en las próximas décadas, muchos sistemas humanos y naturales se enfrentarán a graves riesgos. Pero la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el sector energético requiere de grandes transiciones, una merma sustancial del uso de combustibles fósiles y el despliegue de fuentes renovables y más eficientes.
En esa carrera contra el tiempo Japón tiene mucho para decir. Luego de renovar su compromiso que fija una reducción de las emisiones al 46% en 2030 para luego alcanzar la neutralidad en 2050, una de las grandes potencias, la tercera economía del planeta según su PBI, apuesta a liderar los esfuerzos ambientales de Asia y, al mismo tiempo, convertirse en uno de los principales jugadores a la hora de definir las políticas globales.
Para conocer hacia dónde apuntan la cooperación y las inversiones japonesas en distintos sectores estratégicos de la Argentina, teniendo en cuenta que el comercio recíproco alcanza los u$s 2.000 millones, y tras la concreción de un memorándum de entendimiento con el objetivo de desarrollar conjuntamente el hidrógeno verde como fuente de energía limpia, dialogamos con Yamauchi Hiroshi, embajador japonés en nuestro país.
Se conmemora el 125° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, y la agenda común tiene a la cooperación en áreas energéticas entre sus principales desafíos.
Qi: ¿Cuáles son los objetivos ambientales de Japón?
Yamauchi Hiroshi: Los esfuerzos medioambientales están resumidos en cómo alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, conocidos como ODS. En Japón, desde 2016 hay un sistema que involucra a ministerios y privados, a ONGs y a la academia para promover la implementación de estas metas. En esa dirección es el Primer Ministro el que lidera el esfuerzo. También se publican con cierta periodicidad todas las metas que se deben alcanzar y los resultados de cada año, así se puede visualizar dónde están los objetivos y contar con un sistema de seguimiento.
Qi: ¿En qué etapa de ese cumplimiento están?
YH: Todavía hay mucho por hacer, pero poco a poco vamos avanzando. El hecho de que la búsqueda de alcanzar estos objetivos incluya a los privados y a los sectores académicos tiene su razón de ser en que contempla el desarrollo de tecnología. Muchos directivos de empresas llevan los colores de los ODS, es algo casi obligatorio. Y es muy común que los informes de las empresas mencionen qué se hizo para alcanzar esas metas. Tenemos una exposición mundial en Osaka en 2025 que incluirá las nuevas tecnologías para alcanzar esas metas. Allí seguramente presentaremos un nuevo tipo de paneles para generación fotovoltaica que son más flexibles y ligeros, más estables, hechos de materiales nuevos y más eficientes energéticamente. Al mismo tiempo la exposición debe ser neutral de carbono. Osaka puede ser una gran vidriera para estas tecnologías.
Se concretó un memorándum de entendimiento con el objetivo de desarrollar conjuntamente el hidrógeno verde.
Qi: Hoy en día las metas de reducción de emisiones suenan ambiciosas.
YH: La meta es de 50% en 2030 y de neutralidad a 2050, no será fácil pero nos seguiremos esforzando para lograrlo. Definitivamente la guerra entre Rusia y Ucrania no hizo las cosas más sencillas. De todos modos seguiremos utilizando más renovables y desarrollando nuevas tecnologías, hay que tener en cuenta que, más allá de las proyecciones que podamos hacer, es difícil medir el impacto de una innovación que cambie todo de repente. Así que espero que después de 2030 podamos vislumbrar los pasos más concretos hacia 2050 y lograr la neutralidad. Es clave: no tenemos tantos problemas como las islas del Pacífico Sur que están acechadas por el nivel del mar, pero sufrimos tifones más grandes, cambios más bruscos de la temperatura, lluvias que no se habían registrado en la historia e inundaciones imprevistas.
Qi: ¿Es necesario contar con un paquete de legislaciones específicas?
YH: No se trata de generar tantas obligaciones sino de crear un ambiente en el que las empresas mismas asuman que es necesario. Y el gobierno debe incentivar. Las grandes empresas ya son conscientes, tenemos el reto de difundirlo en las medianas y las más chicas. Cada vez hay más presiones financieras, de la opinión pública, de los mercados de valores que rebajan la cotización de las empresas que no cumplen. Está claro que cada vez es más difícil conseguir financiamiento para actividades que no estén de acuerdo con las metas de desarrollo sostenible.
En 2025 se realizará una exposición mundial en Osaka que incluirá las nuevas tecnologías para alcanzar los ODS de las Naciones Unidas.
Qi: La energía nuclear sigue siendo cuestionada…
YH: Es un tema con mucha discusión, sobre todo después del accidente nuclear de 2011. Hay que tener en cuenta que Japón no tiene recursos naturales y necesita diversificar las fuentes de energía. Tomamos muchas medidas para que las empresas y los domicilios prioricen el ahorro de energía, se hacen muchos llamados para no utilizar energía para el calentamiento. Pero incluso así es difícil porque estamos importando mucho gas natural, las centrales están paradas y sube el precio de la electricidad al igual que en todo el mundo. Por supuesto que las centrales nucleares ya no tendrán la incidencia de antes, será menor, pero si se pueden operar con seguridad, y dando los pasos con cuidado, entonces podrían reiniciarse.
Qi: ¿Cuál es el rol global al que aspira Japón?
YH: Tiene que contribuir positivamente a la discusión mundial. Europa tiene una posición, China tiene otra, Estados Unidos la suya. Japón piensa tomar la iniciativa en las discusiones acerca de clima y energía para alcanzar las metas y. como decía, desarrollar nuevas tecnologías con ese objetivo. Otro punto importante es trabajar junto con los países en desarrollo.
«No se trata de generar tantas obligaciones sino de crear un ambiente en el que las empresas mismas asuman que es necesario. Y el gobierno debe incentivar».
Qi: En ese punto, ¿cómo es la cooperación con la Argentina?
YH: Argentina tiene un nivel de desarrollo relativamente alto, por lo que es bueno colaborar no como una asistencia unilateral sino para trabajar juntos. Tenemos proyectos que datan desde el 2004, relacionados a la observación de la capa de ozono y proyectos vinculados con las inundaciones. Además ofrecemos financiamiento a través de los organismos internacionales a los que contribuimos fuertemente, como el Fondo Verde para el Clima. Llevamos adelante otro proyecto de investigación conjunta con el Servicio Meteorológico Nacional, relacionado a las alertas tempranas para inundaciones repentinas (ver PREVENIR).
También es para destacar lo que está haciendo el sector privado, como Toyota, que tiene un acuerdo con YPF Luz para que la electricidad de su planta en Zárate sea producida 100% en parques eólicos. Y en Mendoza, por ejemplo, los desechos de la industria del vino los utiliza la empresa japonesa Dervinsa para hacer fertilizantes orgánicos. La política general de Japón es potenciar los esfuerzos de las empresas japonesas para que cumplan las metas de los países en los que están. Deben cuidar mucho las relaciones con las sociedades locales y ser buenos ciudadanos.
Qi: ¿En qué punto se puede afianzar la relación?
YH: Japón tiene un punto de vista de largo plazo y en este momento, por varias razones de inestabilidad económica en Argentina, es difícil que las empresas decidan invertir grandes cantidades de dinero. Pero sí podemos establecer, por ejemplo, una cadena de suministros de hidrógeno verde, un horizonte que está claro en el plan del ministerio de Energía de Japón. De hecho, Jogmec (N. d. R. Japan Oil, Gas and Metals National Corp., la agencia que apoya las tareas de exploración, desarrollo y producción de petróleo, gas y recursos metálicos de compañías japonesas en el extranjero), está ampliándose para asistir también a empresas orientadas al hidrógeno verde. La Argentina puede ser un gran proveedor. En ese punto la infraestructura es muy importante, no es solo para consumo interno sino para exportar. Nosotros fabricamos un barco para transportar grandes cantidades de hidrógeno verde, es el primero que puede hacerlo y fue construido por una empresa japonesa.
Qi: ¿Lo consultan sobre la situación de la Argentina?
YH: Recibimos muchas consultas y las decisiones empresariales se tomarán en el tiempo oportuno. La Argentina tiene posibilidades si genera un marco legal claro y de estabilidad jurídica, porque las inversiones, si se concretan, son de largo plazo y hay otros países que están en competencia para recibirlas. Por supuesto que desde la Embajada vamos a promocionar a la Argentina tanto como sea posible, pero al fin de cuentas para las decisiones empresariales tienen que estar dadas las condiciones. Son inversiones en el camino de alcanzar las metas de reducción de carbono y al mismo tiempo apoyar la economía argentina, es construir una relación de ganar – ganar.
Fotos: Claudia Miranda