Hoy se conmemora el Día Mundial de la Energía. Así lo estableció en 1949 la ONU con el objetivo de promover el uso de fuentes alternativas, limpias y renovables, y concientizar sobre el uso sostenible de la energía.
Históricamente, la energía ha sido un componente esencial para el desarrollo humano. El comercio, la industria, el transporte, la construcción, incluso la vida cotidiana, dependen de una fuente energética como condición sine qua non para su funcionamiento. Por esta razón, la energía constituye el principal motor de las grandes urbes y la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, tras miles de años de explotación y desarrollo de conocimiento en materia energética, el actual sistema se ve enfrentado a factores que obligan a repensar el modelo energético vigente: la utilización de fuentes naturales no renovables y el impacto ambiental derivado de ellos.
El uso de energías no renovables y las técnicas empleadas para su extracción, son responsables del 60% de las emisiones de efecto invernadero a nivel mundial. “En Argentina más del 80% de la matriz energética primaria la componen los hidrocarburos, es decir, el gas y el petróleo que requieren de millones de años para volver a generarse”, comenta la Dra. Cecilia Graschinsky, investigadora del CONICET.
En el año 2015 se sancionó en el país la Ley 27.191 para el fomento de fuentes renovables en la producción de energía eléctrica. La ley incluyó como meta, para fines de 2018, que el 8% de la producción eléctrica argentina derivara de fuentes renovables. No se cumplió. Sin embargo, tres años más tarde, en 2021 el 13% de la demanda total fue abastecida por renovables.
Las metas energéticas para el país continúan en alza: la ley establece como objetivo para 2025 la matriz de generación eléctrica se componga en un 20% por fuentes de energia renovables.
El ahorro de energía es fundamental no sólo para la reducción de nuestra factura mensual sino también para disminuir el consumo de combustibles fósiles utilizados en la generación de electricidad, evitando así la emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera.
Las energías limpias avanzan. Compartimos algunos tips para que vos hagas tu parte.
15 tips para ahorrar energía
- Desconectar los aparatos electrónicos cuando no estén en uso puede proporcionarnos hasta un 10% de ahorro mensual.
- Apagar los monitores de las computadoras protege no sólo tu equipo, sino que es una forma de economizar y contribuir con el medio ambiente.
- Mantener prendidas sólo las luces necesarias. evitando prenderlas durante el día o cuando no haya nadie en casa.
- Utilizar focos ahorradores que, aunque parecen más caros en primera instancia, representan una ventaja costo-beneficio a largo plazo.
- Aprovechar la luz natural en casa es aprovechar las bondades de la naturaleza y lo mejor, ¡es gratis!
- Emplear electrodomésticos energéticamente eficientes identificados por la etiqueta A+. Recordemos que mientras más letras y signos tenga más ahorrador será.
- Abrir la puerta del refrigerador y la nevera sólo cuando sea necesario, puesto que dicho electrodoméstico es uno de los que más energía consumen.
- Optar por energías limpias si existe la posibilidad de hacerlo, tal es el caso de los paneles solares.
- Reducir la frecuencia del uso del televisor y otros aparatos no esenciales.
- Disminuir el uso de ciertos electrodomésticos como la lavadora, la plancha y el horno de microondas.
- Utilización moderada de la calefacción, el aire acondicionado y el ventilador, así como su regulación apropiada.
- Tomar duchas breves que no sólo ahorrarán gas sino también agua.
- Lavar con agua fría que además de la ventaja obvia, supone un beneficio en el cuidado de la ropa.
- Tapar las ollas para acelerar la cocción, evitando que el calor se fugue y se desperdicie el gas.
- Pintar la casa de colores claros para brindar mayor iluminación al espacio sin utilizar energía eléctrica.
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