Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que ha participado un equipo multidisciplinario de expertos, advierte de cómo los cambios en el ambiente están teniendo impactos cada vez más fuertes y duraderos en las personas, afectando directa e indirectamente en su salud mental y el bienestar psicosocial. Según el documento presentado en la Conferencia Estocolmo+50, el cambio climático también exacerba muchos factores de riesgo sociales y ambientales de las enfermedades mentales.
En las últimas 5 décadas, entre 1970 y 2020, los peligros asociados con el clima han aumentado afectando a 5 mil millones de personas. Entre los impactos del cambio climático destacan las olas de calor, el aumento del nivel del mar que pone en riesgo las zonas costeras y las sequías. Estas últimas alteran significativamente la producción agrícola, dando lugar a la pérdida de medios de subsistencia y dejando a muchas comunidades en situación de pobreza, factor claramente relacionado a muchos trastornos mentales comunes. La escasez de agua y la inseguridad alimentaria también aumentan el riesgo de sufrir enfermedades mentales; y la desnutrición genera problemas neurológicos derivados de la alteración de la conducción nerviosa. Éstos, son solo algunos ejemplos.
Según señaló la OMS, el acelerado aumento de la crisis ambiental, plantea para las poblaciones, graves riesgos y una amenaza creciente para la salud mental y el bienestar psicosocial; desde la angustia emocional hasta la ansiedad, la depresión, el duelo y las tendencias suicidas. Y advirtió que este abordaje debe estar presente en los planes que los países desarrollen para mitigar los efectos del cambio climatico, concluyó en su documento,
“Los impactos del cambio climático son cada vez más parte de nuestra vida diaria, y hay muy poco apoyo dedicado a la salud mental disponible para las personas y las comunidades para hacer frente a los peligros relacionados con el clima y los riesgos a largo plazo”, dijo Maria Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS en un comunicado difundido.
Las conclusiones coinciden con un informe reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), publicado en febrero de este año.
Además, el informe señaló que «los impactos del cambio climático en la salud mental se distribuyen de manera desigual y ciertos grupos se ven afectados de manera desproporcionada según factores como la situación socioeconómica, estado, género y edad».
«Sin embargo -aseguró la OMS- está claro que el cambio climático afecta a muchos de los determinantes sociales que ya están conduciendo a cargas masivas de salud mental globalmente».
De 95 países, sólo nueve han incluido la salud mental y el apoyo psicosocial en sus planes nacionales de salud y cambio climático. Encuesta de la OMS, 2021.
“El impacto del cambio climático está agravando la situación ya extremadamente desafiante para la salud mental y los servicios de salud mental a nivel mundial. Hay casi mil millones de personas que viven con problemas de salud mental pero en países de bajos y medianos ingresos, 3 de cada 4 no tienen acceso a los servicios necesarios”, expresó por su parte Dévora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.
En ese marco, añadió: “Al incorporar la salud mental y el apoyo psicosocial dentro de la reducción del riesgo de desastres y la acción climática, los países pueden hacer más para ayudar a proteger a los que corren mayor riesgo”.
El organismo destacó como ejemplo a Filipinas que ha reconstruido y mejorado sus servicios de salud mental tras el impacto del tifón Haiyan en 2013 o en India, «donde un proyecto nacional ha logrado mejorar la reducción del riesgo de desastres en el país y, al mismo tiempo, preparar a las ciudades para responder a los riesgos climáticos y abordar las necesidades psicosociales y de salud mental».
En este contexto, la OMS recomendó cinco enfoques para los gobiernos de todos los países: integrar las consideraciones climáticas con los programas de salud mental; integrar el apoyo a la salud mental con la acción climática; construir sobre compromisos globales; desarrollar enfoques basados en la comunidad para reducir las vulnerabilidades y cerrar la gran brecha de financiación que existe para la salud mental y el apoyo psicosocial.
La Conferencia de Estocolmo conmemora el 50 aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano de 1972 y reconoce la importancia de determinantes ambientales para la salud física y mental.