Bélgica se ha convertido en el sexto país de la Unión Europea al incluir a los animales como seres sensibles en su Constitución nacional.
Después de años de campaña liderada por la organización de derechos de los animales GAIA, que contó con el apoyo del 86% de la población belga, la Constitución del país ahora incluye una referencia específica para garantizar la protección y el bienestar de los animales.
La enmienda, adoptada con 70 votos a favor, 23 en contra y 29 abstenciones tras haber recibido ya el aval del Senado, modifica el artículo 7 bis de la Carta Magna belga.
La organización GAIA ha sido la principal impulsora y defensora de la inclusión de los animales como seres sintientes en la Constitución belga, liderando una campaña de años que finalmente logró este importante avance legal y simbólico para la protección de los animales en el país.
El nuevo texto agregado al Artículo 7 de la Constitución belga establece: «En el ejercicio de sus respectivas facultades, el Estado Federal, las Comunidades y las Regiones garantizan la protección y el bienestar de los animales como seres sensibles.»
Esta decisión histórica coloca a Bélgica junto a otros países como Italia, Alemania, Luxemburgo, Eslovenia y Austria que también han reconocido constitucionalmente a los animales como seres capaces de experimentar dolor y sufrimiento.
El reconocimiento de los animales como seres sintientes en la Constitución implica un cambio en su estatus jurídico, pasando de ser considerados simples «bienes» a tener una categoría propia, sujeta a normas de protección animal.
Esta medida se enmarca en un creciente movimiento internacional por consagrar el bienestar animal a nivel constitucional, incluyendo países como Suiza, Egipto, Brasil e India.
Sin duda, la decisión de Bélgica representa un importante avance en el reconocimiento de los derechos y la protección de los animales a nivel legal y normativo.
¿Cómo reaccionó el sector agrícola ante la inclusión de los animales sintientes?
- Existe preocupación por el impacto que esto pueda tener en las prácticas de producción animal, ya que el reconocimiento de los animales como seres capaces de sentir dolor y sufrimiento requeriría cambios en las condiciones de cría y explotación.
- Sin embargo, también se menciona que la legislación busca ser compatible con el mantenimiento de la estructura económica actual, desarrollando normativas que buscan disminuir el maltrato animal pero asegurando al mismo tiempo la rentabilidad de los negocios.