Un nuevo informe de ONU Cambio Climático concluye que los planes nacionales de acción climática siguen siendo insuficientes para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados y cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Incluso con mayores esfuerzos por parte de algunos países, el informe pone en evidencia que se necesita una acción más ambiciosa y urgente para inclinar a la baja la trayectoria de las emisiones mundiales y evitar los peores impactos del cambio climático.
«El informe muestra que en conjunto los gobiernos están dando pequeños pasos para evitar la crisis climática. Y muestra también por qué los gobiernos deben tomar medidas audaces en la COP28 en Dubái», dijo el Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell. «Esto significa que la COP28 debe ser un momento de cambio trascendental. Los gobiernos no sólo deben acordar qué medidas climáticas contundentes se adoptarán, sino también empezar a mostrar exactamente cómo llevarlas a cabo».
Se necesita una acción más ambiciosa y urgente para inclinar a la baja la trayectoria de las emisiones mundiales y evitar los peores impactos del cambio climático.
Stiell subrayó que la conclusión del primer balance mundial en la COP28 es un momento clave para que las naciones puedan recuperar el impulso e intensificar los esfuerzos en todos los ámbitos para situarse en el camino adecuado para lograr los objetivos del Acuerdo de París. El objetivo del balance mundial es informar la siguiente ronda de planes de acción climática enmarcados en el Acuerdo de París (conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional o «NDC», por sus siglas en inglés) que se presentarán en 2025, sentando las bases para una acción acelerada.
«El informe de síntesis del balance mundial publicado este año por ONU Cambio Climático es clave. Muestra claramente en qué áreas se está avanzando con lentitud. Pero también expone la amplia gama de herramientas y soluciones propuestas por los países. Millones de personas esperan que sus gobiernos tomen esta caja de herramientas y la pongan en práctica», declaró Stiell.
Los últimos datos científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU indican que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43 por ciento para 2030, en comparación con los niveles de 2019. Esto es fundamental para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados a finales de este siglo y evitar los peores efectos del cambio climático, como sequías, olas de calor y precipitaciones más frecuentes y graves.
«Cada fracción de grado es importante, pero vamos lejos del camino correcto. La COP28 es el momento de cambiar esta situación», afirmó Stiell. «Es hora de mostrar los enormes beneficios de una acción climática más audaz: más empleos, salarios más altos, crecimiento económico, oportunidades y estabilidad, menos contaminación y mejor salud».
La diferencia entre 1,5°C, 2°C o 3°C en el promedio de calentamiento global puede parecer minúscula. No obstante, estos incrementos en la media mundial representan futuros drásticamente divergentes.
ONU Cambio Climático analizó las contribuciones nacionales determinadas (NDC) de 195 Partes del Acuerdo de París, incluidas 20 NDC nuevas o actualizadas presentadas hasta el 25 de septiembre de 2023. En consonancia con las conclusiones del análisis del año pasado, este nuevo informe muestra que, si bien las emisiones dejarán de aumentar después de 2030, en comparación con los niveles de 2019, aún no muestran la rápida tendencia a la baja que la ciencia considera necesaria para esta década.
Si se aplican las últimas NDC disponibles, los compromisos actuales aumentarán las emisiones en torno a un 8,8 por ciento respecto a los niveles de 2010. Se trata de una mejora marginal respecto a la evaluación del año pasado, según la cual los países iban camino de aumentar sus emisiones un 10,6 por ciento de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 2010.
Para 2030, se prevé que las emisiones sean un dos por ciento inferiores a los niveles de 2019, lo que pone de relieve que el pico de las emisiones mundiales se producirá en esta década.
Para lograr que las emisiones alcancen su punto máximo antes de 2030, según el informe, «es necesario aplicar los elementos condicionales de las NDC, lo que depende sobre todo del acceso a mayores recursos financieros, transferencia de tecnología y cooperación técnica, y apoyo al desarrollo de capacidades; así como de la disponibilidad de mecanismos basados en el mercado».
“Si utilizamos el balance mundial para planificar con antelación, podemos conseguir que la COP28 suponga un cambio radical, y así proporcionar un trampolín para una oleada de acción climática de dos años», dijo Stiell. «Tenemos que recuperar la confianza en el proceso de París. Lo que significa cumplir todos los compromisos, especialmente en materia de financiación, el gran facilitador de la acción climática. Y garantizar que estamos aumentando la resiliencia a los impactos climáticos en todas partes».
«Es esencial que, mientras perseguimos nuestro compromiso, sigamos buscando la justicia climática y ayudemos al sur global, que es el que menos contribuye a las emisiones y, sin embargo, es el que sufre los efectos más perniciosos del cambio climático», Shoukry.
«El informe sobre los planes climáticos nacionales de hoy subraya la necesidad de que actuemos con mayor ambición y urgencia para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, simplemente no queda tiempo para retrasos», dijo el Dr. Sultan Al Jaber, Presidente de la COP28. «La COP28 debe ser un punto de inflexión histórico en esta década crítica para que las Partes aprovechen el momento del balance mundial para comprometerse a aumentar su ambición y unirse, actuar y obtener resultados que mantengan 1,5C a nuestro alcance, sin dejar a nadie atrás».
«Las NDC siguen siendo la piedra angular de nuestra visión compartida de alcanzar los objetivos de París, incluido el de mantener el objetivo por debajo de 2 grados y aspirar a limitar el aumento por debajo de 1,5 grados», declaró el Presidente de la COP27 y Ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry. «En Sharm El-Sheikh los líderes debatieron varias iniciativas para ayudarnos a alcanzar ese objetivo, así como para ayudar al sur global a adaptar sus economías en consecuencia. Tenemos que mantener el impulso, ya que no hay tiempo que perder ni desenfocarse del objetivo».
«Es esencial que, mientras perseguimos nuestro compromiso, sigamos buscando la justicia climática y ayudemos al sur global, que es el que menos contribuye a las emisiones y, sin embargo, es el que sufre los efectos más perniciosos del cambio climático, no solo a sobrevivir, sino también a hacer la transición hacia una economía más sostenible a través de vías de transición justas», declaró Shoukry.
Estrategias de desarrollo a largo plazo con bajas emisiones
Un segundo informe de ONU Cambio Climático acerca de las estrategias de desarrollo de bajas emisiones a largo plazo, también publicado, analizó los planes de los países para lograr una transición hacia emisiones netas cero a mediados de siglo. El informe indica que las emisiones de gases de efecto invernadero de estos países podrían ser aproximadamente un 63 por ciento más bajas en 2050 que en 2019, si todas las estrategias a largo plazo se aplican plenamente a tiempo.
Las estrategias actuales a largo plazo (que representan a 75 Partes en el Acuerdo de París) representan el 87 por ciento del PIB mundial, el 68 por ciento de la población mundial en 2019 y alrededor del 77 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de 2019. Se trata de una señal clara de que el mundo está empezando a aspirar a emisiones netas cero.
El informe señala, sin embargo, que muchos objetivos de reducción a cero siguen siendo inciertos y posponen medidas críticas que deben tomarse ahora.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) se celebra en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) desde hoy, 30 de noviembre, al 12 de diciembre de este año.
Con información de ONU Cambio Climático