Porque se sabe que en los detalles está la diferencia, y que las pequeñas acciones se suman para generar grandes cambios, reconocer los esfuerzos y trabajos locales o acotados en pos de un bien común es esencial para seguir motivando a quienes comprometida y solidariamente accionan por un bien común. El premio Campeones de la Tierra –o Champions of the Earth– que entrega anualmente la ONU a través de su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) va por este camino, y distingue a organizaciones, activistas, líderes políticos o empresariales que de alguna manera luchan contra la injusticia ambiental, protegen los ecosistemas y defienden los recursos naturales del planeta. En 2022, con un récord de 2.200 postulaciones, el galardón se repartió entre cinco personas de lugares diversos y cada una con roles muy distintos entre sí. A ellas y ellos, bienvenidos a la lista de laureados y gracias por tanto.
La categoría “Inspiración y acción” tuvo tres agasajados en esta edición. Uno de ellos no es una persona sino una organización sin fines de lucro libanesa llamada Arcenciel por generar y liderar la estrategia nacional de gestión de residuos del país. Nacida en 1985, tuvo su pico de protagonismo luego de la explosión en el puerto de Beirut en 2020, cuyos destrozos llegaron a más de 20 km de distancia. Como parte de una iniciativa de limpieza masiva; Arcenciel participó de la recolección de 9.000 toneladas de vidrios rotos en los barrios destruidos, que luego fue triturado, derretido y remodelado para su posterior uso. En la actualidad, Arcenciel recicla más del 80 por ciento de los residuos hospitalarios potencialmente infecciosos del Líbano, utilizando máquinas de esterilización mediante vapor para convertirlos en residuos domésticos.
El premio Campeones de la Tierra que entrega anualmente la ONU a través del PNUMA distingue a organizaciones, activistas y líderes políticos que de alguna manera luchan contra la injusticia ambiental, protegen los ecosistemas y defienden los recursos naturales del planeta. En 2022, con un récord de 2.200 postulaciones, el galardón se repartió entre cinco personas de lugares diversos y cada una con roles muy distintos entre sí.
En el otro extremo del planeta, el peruano Constantino Aucca Chutas se hizo un lugar en la misma categoría por ser un pionero en un modelo de reforestación impulsado por comunidades locales e indígenas, a quienes acompaña desde hace 30 años, cuando comenzó su vocación por la defensa de la naturaleza como estudiante de biología en Cusco. La presión de la explotación forestal y la expansión de la agricultura en las laderas que rodean a dicha ciudad fueron su mayor inspiración para comenzar a dedicar su vida a este propósito. En el año 2000 fundó la Asociación de Ecosistemas Andinos (ECOAN), que ha permitido plantar más de tres millones de árboles en el país y protegido o restaurado unas 30 mil hectáreas de terreno. Desde el PNUMA, admitieron que el trabajo pionero de este activista “nos recuerda que las comunidades indígenas están a la vanguardia de la conservación”.
La tercera galardonada en el mismo rubro es Cécile Bibiane Ndjebet, de Camerún, presidenta de la Red de Mujeres Africanas para la Gestión Comunitaria de los Bosques (REFACOF), una organización que trabaja por la gestión forestal y desde la cual se han propuesto políticas públicas a los gobiernos de los 20 estados africanos. A lo largo de su labor, ha sido reconocida por sus “incansables” esfuerzos en defensa de los derechos de las mujeres en África para asegurar la tenencia de la tierra, esencial si quieren desempeñar un papel en la restauración de los ecosistemas, la lucha contra la pobreza y la mitigación del cambio climático. En el 2012, obtuvo el reconocimiento como Campeona del Cambio Climático de la Comisión de Bosques de África Central gracias a su liderazgo en la movilización de organizaciones de la sociedad civil para la gestión sostenible de los bosques.
La siguiente categoría es la de “Visión emprendedora”, que en esta edición agasajó a la bióloga de vida silvestre Purnina Devi Barman, de la India, líder del denominado Ejército Hargila, un movimiento de conservación formado por 10 mil mujeres dedicadas a proteger de la extinción a la cigüeña de la especie Leptoptilos dubius. La campaña comenzó en 2007 en el distrito de Kamrup de Assam, donde las aves estaban más concentradas y sufrían castigos por parte de los habitantes debido a sus hábitos alimenticios, que incluyen huesos. Para cambiar la percepción del animal, Purnina comenzó a reunir a las mujeres para crear y vender textiles con motivos de la cigüeña como modo de sensibilizar sobre la especie, al tiempo que construyen su propia independencia económica. El ejército protege los sitios de nidificación, que aumentaron de 28 a 250, rehabilita a los ejemplares heridos y continúa con el plan de concientización a través de canciones, poemas y festivales que tienen a la cigüeña como protagonista.
“Economía de la biodiversidad” es el nombre de un informe publicado en 2021 que, frente a las consecuencias catastróficas para la economía que tiene la crítica situación de los ecosistemas, invita a un replanteamiento sobre la relación de los seres humanos con la naturaleza. Partha Dasgupta es uno de sus autores, físico y matemático indio nacionalizado británico que recibió la distinción en la categoría “Ciencia e Innovación”. Sus teorías han sido de gran aporte al debate mundial sobre el desarrollo sostenible y el uso de los recursos naturales. El informe fue el corolario de 4 décadas de trabajo en las que Dasgupta buscó traspasar los límites de la economía tradicional y exponer la conexión entre la salud del planeta y la estabilidad de las economías. Entre otros puntos, enfatiza que la humanidad está destruyendo su bien más preciado, la naturaleza, al vivir por encima de sus posibilidades y destaca las recientes estimaciones según las cuales se necesitarían 1,6 veces la Tierra para mantener el nivel de vida actual.
El premio “Campeones de la Tierra” es el máximo galardón ambiental de la ONU y se entrega desde 2005 para distinguir la labor de los pioneros al frente de las iniciativas para proteger el mundo natural. La distinción consta de cuatro categorías: “Liderazgo político”, para individuos u organizaciones del sector público que lideran acciones globales o nacionales en favor del medio ambiente; “Inspiración y acción”, para quienes toman medidas audaces e inspiradoras de un cambio ambiental positivo; “Visión emprendedora”, en el caso de aquellas y aquellos que desafían el statu quo para construir un futuro más limpio a través del diseño de sistemas, tecnología o una visión innovadora para la sostenibilidad; y “Ciencia e innovación”, para las y los que van más allá de los límites de la tecnología en pos de lograr grandes beneficios ambientales. Hasta el presente, han sido 111 los galardonados: 26 líderes mundiales, 69 personas físicas y 16 grupos u organizaciones.