Durante 2020 en la Argentina se certificaron 132 mil toneladas de producción orgánica. Además creció la cantidad de establecimientos y la superficie dedicada a esta actividad y se cosechó un 20% más que en 2019, sosteniendo la tendencia positiva de la última década, informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
La producción orgánica es un sistema de producción sostenible que promueve el cuidado ambiental, mediante el fortalecimiento de la biodiversidad y la actividad biótica del suelo. Son además alimentos trazables, producto de un sistema de normas y fiscalización reconocido internacionalmente. La producción orgánica “combina tradición, innovación y ciencia para beneficio del ambiente compartido, promueve relaciones justas y una buena calidad de vida para todos aquellos que intervienen” (IFOAM, 2008).
Se basa en el uso mínimo de insumos externos, sin uso de fertilizantes y plaguicidas sintéticos, ni manipulación genética. Se utilizan métodos que minimizan la contaminación del aire, suelo y agua. Así los productores, manipuladores, procesadores y comerciantes de alimentos orgánicos se rigen por normas que mantienen su integridad.
El reporte anual sobre la Situación de la Producción Orgánica en la Argentina que elabora el Senasa, señala que los 1.343 establecimientos primarios orgánicos en todo el país existentes en 2020, muestran una recuperación sostenida desde el año 2015 en la cantidad de emprendimientos dedicados a esta actividad.
Certificar una hectárea de tierra como orgánica es una tarea muy dificultosa en todo el mundo. A pesar de eso, Argentina logró alcanzar su recórd histórico en 2020.
En tal sentido la superficie bajo seguimiento para producción orgánica creció y alcanzó los 4,4 millones de hectáreas. La mayor superficie de los últimos 20 años.
Durante el año pasado se cosecharon un total de 84.328 ha de cultivos orgánicos (20% más que en 2019), sosteniendo la tendencia positiva a largo plazo de los últimos 10 años.
Del total de 132 mil toneladas de productos orgánicos certificados, el 97% (128,6 mil ton) tuvieron por destino la exportación. Los principales mercados a los que se envió la producción orgánica argentina fueron la Unión Europea y Estados Unidos; al tiempo que el mercado local sigue mostrando signos de crecimiento.
El mayor volumen de exportaciones lo conforman cereales y oleaginosas (trigo y soja), frutas (pera y manzana), hortalizas (ajo) y productos industrializados (azúcar y vino). Sumándose a dicho grupo en el 2020 el jugo concentrado de manzana, el arándano y el arroz blanco y el integral.
De la agricultura orgánica resultan alimentos saludables y nutritivos que cuidan el planeta y agregan valor a la producción, por eso la producción orgánica y el consumo de sus productos crecen muy rápidamente a nivel mundial. En la actualidad hay alrededor de 43,7 millones de hectáreas manejadas orgánicamente en 172 países cuya producción se orienta hacia la exportación.
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Certificar una hectárea de tierra como orgánica es una tarea muy dificultosa en todo el mundo. A pesar de eso, Argentina logró alcanzar su recórd histórico en 2020, con 4.464.000 hectáreas certificadas, lo que significó un incremento de más del 20% con respecto al año anterior.
Este crecimiento consolida a nuestro país en el segundo lugar a nivel mundial en superficie bajo seguimiento, después de Australia.