Sidney, la ciudad más emblemática de Australia, no solo es conocida por su Ópera junto al puerto, declarada Patrimonio de la Humanidad, ni por el impresionante Harbour Bridge.
Esta ciudad se alimenta con la electricidad 100% renovable, proveniente de parques eólicos y fotovoltaicos, que generan energía a partir del viento y la radiación solar, y están situados en la región de Nueva Gales del Sur.
Todas las operaciones de la ciudad, incluidas las luces de las calles, piscinas, campos deportivos, depósitos, edificios y el histórico Ayuntamiento de Sidney, ahora se ejecutan con un 100% de energía limpia.
“Estamos en medio de una emergencia climática. Si queremos reducir las emisiones y hacer crecer el sector de la energía verde, debemos hacer una transición urgente a la energía renovable”, señala Clover Moore, alcaldesa de Sidney, quien dijo que el nuevo acuerdo de energía verde es el mayor en su tipo realizado por un consejo en Australia.
También indicó que “las ciudades son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, por lo que resulta fundamental tomar acciones climáticas efectivas y basadas en evidencia”.
Todas las operaciones de la ciudad, incluidas las luces de las calles, piscinas, campos deportivos, depósitos, edificios y el histórico Ayuntamiento de Sidney, ahora se ejecutan con un 100% de energía limpia.
La ciudad de Sidney es ‘carbono neutral`, o sea que emite a la atmósfera la misma cantidad de CO2 que retira por distintas vías. Con este cambio energético, la ciudad se ahorrará hasta 360.000 dólares al año y reducirá las emisiones de CO2 en unas 20.000 toneladas anuales, permitiéndole alcanzar seis años antes, para 2024, su objetivo de reducir las emisiones en un 70%, originalmente previsto para 2030.
De esta manera Sidney se suma a las más de 40 ciudades del mundo, entre las que se mencionan Burlington, Basilea y Reykjavik, que migraron a un escenario sostenible y que operan al 100% con energía renovable.