Se estima que en la actualidad, 1.100 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua, y 2.700 millones luchan contra la escasez al menos un mes al año. El agua potable es un recurso muy escaso: apenas el 1% del agua del planeta es dulce y está disponible para consumo humano.
Un equipo de investigadores, liderado por el profesor Huanting Wang desarrolló un filtro especial de alta tecnología que podría proporcionar agua potable a millones de personas en todo el mundo utilizando la energía de manera más eficiente que las prácticas actuales de desalinización, señala un comunicado de la Universidad Monash, con sede en Melbourne, Australia.
El filtro especialmente diseñado puede generar cientos de litros de agua potable por día y solo requiere luz solar directa para purificarlos, lo que hace que el proceso sea energéticamente eficiente, de bajo costo y sostenible.
Para la fabricación del filtro se utilizan compuestos organometálicos (MOF, por sus siglas en inglés), que constan de iones metálicos que forman un material cristalino.
La Organización Mundial de la Salud sugiere que el agua potable de buena calidad debe tener un sólido disuelto total (SDT) menor a 600 miligramos por litro (mg/l).
Los investigadores pudieron lograr un SDT de menos de 500 mg/l en solo media hora y regenerar el filtro MOF para su reutilización bajo la luz solar.
Este proceso pudo filtrar partículas dañinas del agua y generar 139,5 litros de agua limpia por kilogramo de MOF por día.
El profesor Wang, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Monash, defiende la desalinización como una opción viable para solucionar la falta de agua en el mundo.
Investigadores desarrollaron un filtro que purifica agua de mar y la convierte en potable en solo media hora
«Debido a la disponibilidad de agua de mar y salobre – aquella que tiene más sales disueltas que el agua dulce, pero menos que el agua de mar-, y a que los procesos de desalinización son confiables, el agua tratada puede integrarse dentro de los sistemas acuáticos existentes con riesgos mínimos para la salud», asegura Wang.
«Pero los procesos de desalinización térmica por evaporación y otras tecnologías, como la ósmosis inversa -que utiliza una membrana semipermeable para eliminar iones, moléculas y partículas más grandes-, tienen una serie de inconvenientes, incluido el alto consumo de energía y el uso de productos químicos en la limpieza y decloración de membranas», advierte.
Por su bajo consumo de energía y sin necesidad de productos químicos durante el proceso, Wang dice que esta nueva tecnología con luz solar puede ser parte de las futuras soluciones de agua limpia.
«La energía solar para filtrar se ha utilizado durante mucho tiempo, donde el agua se evapora y se condensa para producir agua dulce. Pero se necesitan muchas horas para producir suficiente agua para uso doméstico. Nosotros utilizamos la luz solar para reciclar nuestro material, y solo toma unos minutos», dijo.
Al ser consultado por el costo de este nuevo dispositivo, el profesor dijo que aún queda camino por recorrer para que sea asequible para la población.