Los incendios forestales que arden en el centro y sur de Chile han provocado al menos 24 muertes y casi 2000 heridos, se encuentra entre los incendios forestales más mortíferos registrados en el país.
Los incendios han ardido en más de 2700 kilómetros cuadrados (registrohasta el 7 de febrero), según un comunicado del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copernicus de la Unión Europea. Más de 1000 hogares han sido destruidos y 280 incendios aún estaban activos, según la agencia de respuesta a desastres de Chile, SENAPRED.
Eso ya convierte a esta en la segunda temporada de incendios más destructiva registrada en el país después de 2017, en la que miles de incendios quemaron más de 5700 kilómetros cuadrados y provocaron al menos 11 muertes. La mayoría de los incendios forestales en Chile arden en enero y febrero en el apogeo del verano del hemisferio sur.
Es la segunda temporada de incendios más destructiva registrada en el país después de 2017.
El subsecretario de lnterior, Manuel Monsalve, indicó que, durante la última jornada, se generaron 17 nuevos focos, destacando que las hectáreas consumidas por el fuego ya alcanzan las 293 mil.
Pasadas las 22 horas (hora Chile) de este miércoles, el Servicio Nacional de Prevención y Respuestas ante Desastres (Senapred), realizó un nuevo balance luego del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid), donde se informó que 82 incendios continúan en combate y, además, se actualizó la cifra de fallecidos a la baja, dejándolo en 24 víctimas.
“Quiero reiterar a las personas de las regiones afectadas, que las instrucciones que se entregan de evacuaciones son para salvar la vida de sus familias y esa evacuación tiene que hacerse de manera oportuna”, recalcó Monsalve ante las personas que se resisten a abandonar las zonas afectadas por las llamas poniendose en riesgo.
Más de 6000 bomberos chilenos han participado en el combate de las llamas. Pero en medio de los incendios que azotan las regiones, Chile tuvo que recurrir a la ayuda internacional, brigadas de España, México y Argentina también están ayudando a combatir las llamas, junto con más de 70 aviones y helicópteros.
Por su parte, Estados Unidos envió un avión Ten Tanker, la mayor aeronave anti-incendios del mundo, con la capacidad de descargar 36.000 litros de agua sobre los focos activos a una velocidad de hasta 650 kilómetros por hora.
Lamentablemente tras realizar su primera descarga en las comunas de Santa Juana y Nacimiento, el director ejecutivo de Conaf (Corporación Nacional Forestal), Christian Little, confirmó un desperfecto técnico en el avión, motivo por el cual se suspenderán sus operaciones hasta el próximo sábado 11 de febrero.
“Hay una fisura en una válvula, desconozco la precisión porque es algo bien técnico, que hace que el motor cambie de presión, pero el mecánico ya viene en camino con el repuesto y esto se demoraría unos días. Por lo tanto, el sábado deberíamos también entrar en operación”, aclaró.
Las temperaturas extremas y los años de sequía han contribuido a la escala y la intensidad de los incendios.
Las estaciones meteorológicas en el Valle Central de Chile reportaron temperaturas récord o casi récord por encima de los 40 °C (104 °F) durante el fin de semana, explica René Garreaud de la Universidad de Chile en Santiago. Para los próximos días se pronostican altas temperaturas y fuertes vientos. “La meteorología juega en nuestra contra”, dice.
Garreaud amplía que «las temperaturas extremadamente altas son impulsadas por ´vientos Puelche` cálidos y naturalmente recurrentes que soplan desde el este, superpuestos a un clima más cálido». La última década ha sido la más cálida registrada en Chile, «la megasequía en la región (los últimos 10 años fueron los más secos registrados en Chile) también ha contribuido a los incendios, asevera el especialista.
Los incendios han liberado hasta ahora 4 millones de toneladas de carbono a la atmósfera, lo que ha provocado las emisiones más altas de algunas regiones en los últimos 20 años.
Los incendios han afectado principalmente a las regiones del Maule, Ñuble, Bío-Bío y Araucanía, que en conjunto concentran la mayor parte de las plantaciones forestales de Chile. Junto con el calor y la sequía, la carga adicional de combustible de los árboles de plantación también ha aumentado el área en riesgo de incendio.
Mark Parrington de Copernicus Atmosphere Monitoring Services comunicó que la intensidad del fuego se refleja en las enormes columnas de humo que se elevan sobre el Océano Pacífico. El servicio estima que los incendios han liberado hasta ahora 4 millones de toneladas de carbono a la atmósfera, lo que ha provocado las emisiones más altas de algunas regiones en los últimos 20 años.