Enclavada en Tigre, Argentina, una familia con más de 15 años de experiencia en el recupero y reciclado de plástico, trazó un camino hacia la sostenibilidad dando origen a una innovadora solución en construcción: Easybrick. Este sistema, gestado a partir de ladrillos de plástico reciclado, no solo aborda la problemática ambiental de los residuos plásticos, sino que también contribuye a resolver el déficit habitacional y optimiza la eficiencia en la construcción.
En sus orígenes esta Pyme fabricaba tuberías de polietileno y pvc, pero hace 7 años transformaron su mindset y mutaron hacia un enfoque circular. Así empezaron a fabricar ladrillos con plástico 100% recuperado. Al principio tenían proveedores que les daban este recurso listo para utilizar, pero en 2020 inauguraron su propia planta recicladora de plástico. Con una capacidad de 150 toneladas mensuales, aproximadamente 90 son destinadas a EasyBrick, y entre 50 y 60 toneladas son comercializadas a otros fabricantes como materia prima.
En Easybrick se fabrican 3 tipos de ladrillos:
-
Ladrillo estándar: pesa 1 kilo con una medida de 30x15x15 cm, es decir, entran 22 ladrillos por m2 de pared. Se utiliza para elevar y conectar muros.
-
Ladrillo medio: pesa 550 gr con una medida de 15x15x15 cm y entran 44 unidades por m2 de pared (el doble que el estándar)
-
Ladrillo acanalado: las mismas características que el estándar pero se utiliza para instalaciones sanitarias y eléctricas.
Los residuos plásticos son recursos. Un ladrillo estándar equivale a 330 tapitas.
Visión sostenible
Con más de 15 años de experiencia en el mercado de recupero, reciclado, fabricación y comercialización de insumos y materiales de plástico.; y con una visión clara de construir un futuro más sustentable, el equipo de Easybrick se apasiona por ofrecer soluciones prácticas y aplicables, promoviendo la economía circular y aprovechando al máximo los recursos disponibles.
«Con las 12 millones de tapitas de gaseosas que se desechan por día en Argentina, podríamos fabricar 36 mil ladrillos para construir 15 viviendas de tres ambientes»
Triple impacto en acción
Este sistema de construcción se destaca por su enfoque de triple impacto, abordando tres problemáticas contemporáneas. En primer lugar, contribuye a la gestión de residuos al utilizar tapitas de gaseosa, polietileno y polipropileno para la fabricación de ladrillos. En segundo lugar, se enfrenta al déficit habitacional, estimado en 3.5 millones de viviendas, ofreciendo una alternativa eficiente y asequible. Por último, Easybrick optimiza la construcción, generando ahorros económicos y eficiencias de hasta un 30% en comparación con sistemas tradicionales.
Pero no todo es «soplar y hacer ladrillos». La firma lleva invertidos u$s350 mil en la puesta en marcha del proceso productivo, el desarrollo técnico y la registración de marcas y patentes. Y comenzó a tejer alianzas con cooperativas de recicladores y ONGs como la Fundación Garrahan para obtener el polipropileno, que es un tipo de plástico «duro» usado en las tapitas de gaseosas, como también en los tubos para cañerías y en algunos artículos de bazar y autopartes.
El emprendimiento tiene así un triple impacto: económico, porque valoriza un material de descarte; ambiental, porque evita que el plástico vaya a parar a un relleno sanitario o -peor aún- a un basural a cielo abierto, y social, porque trabaja con cooperativas que, además de vender insumos, pueden construir viviendas en forma eficiente y sustentable.
Del plástico reciclado a la vivienda sostenible
El proceso creativo de Easybrick transforma residuos comunes, en ladrillos de plástico reciclado. Estos ladrillos, de peso reducido y excelente capacidad de aislación térmica, se ensamblan entre sí como piezas de Lego, ofreciendo un sistema constructivo simple e innovador.
«Una vivienda de tres ambientes tipo, quellevaría unos 8 meses de construcción, con nuestro sistema se puede terminar en 45 a 60 días, dependiendo de las condiciones climáticas», aseguran desde la empresa.
Versatilidad
Los ladrillos se caracterizan por ser livianos, ecológicos, precisos y duraderos. Fabricados con polipropileno reciclado, ofrecen una solución sostenible y versátil que se adapta a diversas aplicaciones, desde elevación de muros hasta techos. Además, su naturaleza plástica proporciona impermeabilidad y aislación térmica, contribuyendo a un entorno más confortable y eficiente energéticamente.
Impacto duradero
Easybrick no solo construye estructuras, construye comunidades sostenibles que perduran. La vida útil del polipropileno se estima en 1000 años, asegurando que estas construcciones sean duraderas. Con planes de expansión en Paraguay, Chile y Brasil, Easybrick busca llevar su revolución sostenible más allá de las fronteras argentinas, inspirando un cambio significativo en la industria de la construcción.
Relación plástico y ambiente
Además de ser una solución constructiva innovadora, este sistema aborda el grave problema ambiental del plástico no reciclado. En Argentina, más de 2 millones de toneladas de residuos plásticos se generan anualmente. El plástico no reciclado puede tardar hasta 1000 años en degradarse, contribuyendo al daño ambiental.
No conforme con esto, la empresam ya puso en marcha otros proyectos: «Estamos empezando a fabricar tejas con plástico reciclado, aprovechando su resistencia y capacidad impermeabilizante. Y pronto vamos a arrancar con cursos de construcción para mujeres para achicar un poco la brecha de género en el sector», adelanta.
Construir un futuro sostenible no es solo una posibilidad, sino una realidad que se está construyendo hoy.