Sudáfrica publicó un documento estratégico destinado a aprovechar el potencial de la vasta industria de vida silvestre del país para exportar más carne de cebra, cocodrilo y otros animales, así como impulsar el consumo de ellos.
La ley tiene como objetivo formalizar la industria en un país donde el 80% de los animales salvajes se encuentran en tierras privadas y se consideran propiedad de los terratenientes, una peculiaridad legal que ha aumentado el número de cazadores al otorgar a los animales un valor monetario.
Hasta ahora se ha vendido formalmente poca carne de caza y en 2019, solo se enviaron 3.000 toneladas de carne de cebra, cocodrilo y avestruz a Emiratos Árabes Unidos, China y la Unión Europea, según afirmó el viernes el Departamento de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente. La carne es comparativamente magra en relación con la ternera y el cordero.
“Es evidente el creciente mercado de consumidores preocupados por la salud, que buscan productos de origen sustentable que contribuyan a la conservación de la biodiversidad, al desarrollo comunitario y representen un menor riesgo para el medio ambiente”, afirma el departamento en el documento. “La industria de la carne de animales silvestres de Sudáfrica está bien posicionada para atender este creciente mercado nacional, regional e internacional”.
Cabe destacar que la cebra es una especie en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat y la caza furtiva. Las cebras de las llanuras son las menos amenazadas de las tres especies, su número ha reducido en un 25% desde 2002: quedan solo 500.000 ejemplares.
El gobierno de Sudáfrica promueve el consumo de carne de cebra como una estrategia para crear 202.000 puestos de trabajo y argumentando que es además, más sustentable y que contribuye a la conservación de la biodiversidad.
La estrategia, si se aplica correctamente, podría crear 202.000 puestos de trabajo hasta 2030, afirmó el departamento al presentar un plan para promover el consumo de esta carne, que se produce principalmente en granjas donde viven 16 millones de animales salvajes. En 2016, cerca de 180.000 de ellos fueron sacrificados y podrían haberse vendido para el consumo, según el departamento.
Los elementos de la estrategia, que ha sido aprobada por el gabinete, es duplicar la cantidad de producción de carne de caza a más de 100.000 toneladas anuales para 2030 y garantizar que el 85% sea apto para el consumo humano, frente al 10% actual. Se fomentará también, la transición de la caza a la producción comercial y se crearán mataderos.
Los antílopes que podrían utilizarse para la producción de carne incluyen el kudu, el blesbok, el springbok, el gemsbok, el eland, el ñu y el impala, informaron.
Aunque Sudáfrica produce más del doble de carne de caza que Nueva Zelanda, dedicada a la caza de ciervos, solo exportó 12 millones de dólares en 2020, en comparación con los 122 millones de Nueva Zelanda.
Con info de Bloomberg.com