Las concentraciones de microplásticos en los océanos han aumentado en los últimos 18 años, y los investigadores ahora estiman que hay 2,3 millones de toneladas flotando en el mar en todo el mundo.
Los microplásticos, definidos como partículas de plástico de menos de 5 milímetros de largo , se encuentran comúnmente en los cuerpos de tortugas marinas, ballenas y peces . Los estudios han rastreado la contaminación por microplásticos en los océanos desde la década de 1970, pero no fue hasta 2005 que las concentraciones de plástico comenzaron a aumentar rápida y constantemente.
Marcus Eriksen y Lisa Erdle del Instituto 5 Gyres en Santa Mónica, California, y sus colegas analizaron los datos sobre la contaminación plástica en la superficie del océano que se habían recopilado entre 1979 y 2019. Esos datos provinieron de más de 11 000 estaciones de recopilación que cubren la mayor partede las principales regiones oceánicas.
El estudio, que Erdle reconoce como único en su amplitud geográfica y en un período de cuatro décadas, solo analizó datos hasta 2019, dado que los investigadores necesitaban establecer un «punto de corte claro» para el análisis, explica Erdle. .
“Hemos encontrado una tendencia alarmante de crecimiento exponencial de microplásticos en el océano global desde el milenio, llegando a más de 170 billones de partículas de plástico”, dijo Eriksen en un comunicado de prensa.
El fuerte aumento en las concentraciones desde 2005 puede deberse a un auge en la producción de plástico que practicamente se duplicó entre 2005 y 2019, de 263 millones de toneladas a 460 millones de toneladas, según la OCDE y Our World in Data .
También podría ser el resultado de la falta de introducción de medidas obligatorias para reducir la contaminación, advierte Erdle, incluso cuando los desechos se acumulan a medida que el plástico nuevo ingresa a los océanos y las piezas más viejas se descomponen en microplásticos. “En los últimos años, no ha habido políticas internacionales vinculantes y vemos un rápido aumento de la contaminación plástica en los océanos del mundo”, agrega.
Desde entonces, algunos países, han sancionado leyes para abordar la contaminación por microplásticos, como prohibir el uso de pajitas de plástico y reducir la demanda de bolsas de plástico de un solo uso. Pero Erdle cree que será necesaria una acción más radical dirigida a toda la industria mundial del plástico para hacer una verdadera mella en los niveles de contaminación marina.
En marzo 2022, en una reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), 175 países aprobaron una resolución sobre un ambicioso tratado global para poner fin a la contaminación plástica, a implementar en 2024. Erdle entiende que el tratado debe ser vinculante y exigible, y abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, desde la producción hasta el consumo y la eliminación.
El acuerdo debería incluir también, un límite en la producción total de plástico, dice, describiendo la medida como una «herramienta efectiva» para reducir las concentraciones de microplásticos en los océanos.
Por su parte, Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente declaró exultante: “Ahora tenemos un texto. Habla del ciclo de vida completo; habla de legalmente vinculante; de un mecanismo de financiación; de entender que algunos países pueden hacerlo más fácilmente que otros. Ha sido un camino largo y duro, pero estoy muy feliz”.
En un comunicado, Marco Lambertini de WWF International manifestó que el tratado debe tener «estándares y objetivos globales claros y sólidos».
Otros científicos también han respaldado los llamados a un límite global en la producción de plástico, pero el tratado resulta muy controvertida y las industrias petroquímicas se resistan fuertemente .