Cada 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 con el objetivo de crear conciencia sobre la disminución de gases de efecto invernadero y su incidencia en el cambio climático.
La jornada fue designada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el fin de analizar la situación y tomar decisiones que refuercen el cuidado medio ambiental e impulsen el desarrollo y aplicación de políticas de reducción en emisiones de gases en todo el mundo.
Los gases de efecto invernadero (GEI) se producen de manera natural, pero después de más de un siglo y medio de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera se han incrementado en niveles nunca antes vistos en tres millones de años.
Una de las medidas que se plantea es optimizar el manejo de fuentes de energía renovables, la transición hacia combustibles más limpios, una mayor eficiencia de los procesos de combustión y promover la modificación necesaria en las tendencias de consumo.
Para conservar un clima habitable es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030 y a cero para 2050. Es necesario que los gobiernos y las empresas adopten medidas audaces, rápidas y de gran alcance. Pero la transición a un mundo con bajas emisiones de carbono también requiere la participación de los ciudadanos, especialmente en las economías avanzadas.
«Debemos convertir todos los compromisos con las emisiones netas cero en un movimiento mundial imparable», Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
El mundo se compromete a tomar medidas para llegar a las emisiones netas cero
El «cero neto» indica recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible de emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas desde la atmósfera mediante, por ejemplo, el océano y los bosques.
La ciencia ha demostrado claramente que a fin de evitar los peores impactos del cambio climático y para conservar un planeta habitable, el aumento global de la temperatura necesita limitarse a no más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. En la actualidad, la Tierra ya tiene un calentamiento superior al 1,1 °C en comparación a finales del siglo XIX, y las emisiones continúan elevándose. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, tal como se exigió en el Acuerdo de París, es necesario que las emisiones se reduzcan alrededor del 45 % para 2030 y que se alcance el cero neto hacia 2050.
La transición a un mundo con cero emisiones supone uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la humanidad. Nos exige, ni más ni menos, que se produzca una completa transformación del modo de producir, consumir y trasladarnos. El sector energético constituye la fuente de cerca de tres cuartos de las emisiones de gases de efecto invernadero en la actualidad y encierra la clave para evitar los peores efectos del cambio climático. La sustitución de generadores de contaminación, como la producción de energía mediante el carbón, el petróleo o el gas, por fuentes de energía renovables, como la energía solar o eólica, reducirían drásticamente las emisiones de carbono.
Existe un esfuerzo conjunto para alcanzar el cero neto, una coalición creciente de países, ciudades, industrias y otras instituciones se comprometen a alcanzar esas emisiones cero netas. Más de 70 países, incluidos los grandes contaminadores, como China, EE. UU. y la Unión Europea, han establecido el objetivo del cero neto que abarque alrededor del 76 % de las emisiones globales. Más de 3.000 empresas e instituciones financieras colaboran con la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia para reducir sus emisiones, y más de 1000 ciudades, con más de 1000 instituciones educativas, y con más de 400 entidades financieras, se han unido en la campaña «Race to Zero» en la descarbonización y ayudados por promesas de medidas inmediatas y estrictas que reduzcan a la mitad las emisiones globales para 2030.
El crecimiento de los compromisos de emisiones netas cero ha ido acompañado de una proliferación de criterios con diferentes niveles de solidez. Con el fin de desarrollar normas más sólidas y claras para los compromisos de emisiones netas cero por parte de entidades no estatales como empresas, inversores, ciudades y regiones, y acelerar su aplicación, el secretario general de la ONU, António Guterres, creó en marzo de 2022 un Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre los Compromisos de Emisiones Netas Cero de las Entidades no Estatales. El Grupo de Expertos presentó sus recomendaciones durante la COP27 el 8 de noviembre de 2022.
¿Estamos en la senda correcta para alcanzar el cero neto en 2050?
No, los compromisos adquiridos por los gobiernos hasta la fecha se han quedado cortos para lo que es necesario. Los planes nacionales por el clima actuales, y para las 193 partes adheridas al Acuerdo de París, nos llevarían a un aumento considerable de casi el 11 % en las emisiones globales de gases de efecto invernadero para 2030, en comparación con los niveles de 2010. Lograr el cero neto hace necesario que los gobiernos, en primer lugar, los mayores emisores, refuercen significativamente sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y que emprendan fases enérgicas e inmediatas para la reducción de las emisiones actuales. El Pacto de Glasgow por el Clima hizo un llamamiento a todos los países para que revisaran y reforzaran los objetivos de 2030 dentro de sus CDN y para finales de 2022, pero sólo se presentaron 24 planes climáticos nuevos o actualizados antes de septiembre de 2022.
Los planes nacionales actuales se han quedado cortos
La mayoría de las emisiones provienen de unos pocos países. Los siete principales emisores (China, Estados Unidos de América, India, la Unión Europea, Indonesia, la Federación Rusa y Brasil) representaron aproximadamente el 50% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2020.
El Grupo de los 20 (Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, República de Corea, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía) es responsable de alrededor del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Fuente: Informe sobre la Brecha de Emisiones 2022.
Campaña de la ONU para la acción individual
“Actúa ahora” es la campaña de Naciones Unidas para la acción individual por el cambio climático y la sostenibilidad.
Cada uno de nosotros puede contribuir a limitar el calentamiento global y cuidar el planeta. Si tomamos decisiones que tengan efectos menos perjudiciales para el medio ambiente, podemos ser parte de la solución e influir en el cambio.
Nuestros estilos de vida tienen una gran repercusión en nuestro planeta. Las decisiones que tomamos importan. Alrededor de dos tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están relacionadas con los hogares. Los sectores de la energía, la alimentación y el transporte contribuyen cada uno a un 20 % de las emisiones por estilo de vida. Desde la electricidad que utilizamos, hasta los alimentos que comemos y la forma en que viajamos, podemos marcar la diferencia.