La joven, perteneciente al movimiento Dernière Rènovation que lucha por los derechos ambientales en Francia, llevaba el mensaje «Nos restan 1.028 días» escrito en su remera.
A menos de una semana de que un activista le lanzara un tortazo a la Mona Lisa, una vez más el movimiento busca alertar a la población mundial y advierte que nos quedan menos de tres años, para definir el futuro de la humanidad.
Por seguridad y mientras le quitaban las cadenas a la joven, los dos semifinalistas, Ruud, octavo en la clasificación mundial y Cilic, número 20 del ranking ATP, fueron desalojados de la pista por motivos de seguridad.
Esta no es la primera vez que el Abierto de Francia es interrumpido por un activista. Durante la edición 2013, cuando Rafael Nadal y David Ferrer se enfrentaron, un “aficionado” saltó a la pista sin camiseta y corrió con bengalas encendidas, llenado de humo la cancha parisina.
Estos eventos de gran relevancia, que cuentan con transmisiones que trascienden las fronteras y un gran número de seguidores en el mundo, son canales frecuentemente utilizados por el activismo para visibilizar la problemática ambiental y concientizar respecto a la necesidad de una acción conjunta y urgente.