Ya lleva 60 años produciendo ese papel, pero recién hace poco que los argentinos valoramos esta producción sustentable.
En la selva subtropical de montaña las Yungas, un ecosistema natural muy valioso en la provincia de Jujuy donde se encuentran además varias especies vulnerables como el yaguareté, el tapir y el oso hormiguero, entre otras; Ledesma cosecha la caña de azúcar y luego esas tierras las deja descansar un año, con una renovación de los cultivos.
Es parte del plan de reordenamiento territorial que la empresa tiene hace años con la provincia de Jujuy y ONGs, como la Fundación Proyunga, que los acompaña hace más de 20 años. Ese plan consiste en que “de toda la tierra que tiene la compañía, una parte se destina a conservación, una a producción y otra para futuras generaciones”.
“Nuestra materia prima original es la caña y de hecho, hacemos azúcar. Consumimos la caña de azúcar completa, hasta la malhoja, con la que hacemos fardos para biomasa. Con los residuos sólidos, hacemos dos cosas: una parte se destina a la generación de energía para el ingenio azucarero. Y a la otra parte, la transformamos en papel”, nos contó Verónica Ibarra, Jefa de Marketing y Comunicación del Negocio Papel de Ledesma.
“En el mundo, las fábricas que hacemos papel con 100% caña de azúcar somos pocas. Acá en Argentina, estamos nosotros en Jujuy y en Tucumán hay otra empresa que hace una mezcla. Propal en Colombia es otra fábrica que hace el papel al 100% caña de azúcar, además hay una en India, una en Canadá y otra en Sudáfrica”.
Ledesma elabora por año 130.000 toneladas de papel, tanto para impresión como para escritura, y además de abastecer al mercado argentino, exporta. Ledesma Nat es una propuesta íntegramente eco-sustentable que cuenta con la certificación Producto Yungas – FCA y con la Verificación de Huella de Carbono.
Éxito y Gloria
Sus marcas de papel son reconocidas por varias generaciones de argentinos: ¿quién no usó repuesto rayado Éxito, confiando en un examen de 10; y los cuadernos Gloria, que auguraban un gran año escolar?
Sin embargo, hace poco que tomamos verdadera conciencia del rol clave que cumplen los árboles y la necesidad de proteger nuestros bosques. Fue entonces que exploramos alternativas y descubrimos Nat, la propuesta de Ledesma con papel fabricado 100% con fibra de caña de azúcar, 0% fibra de árbol y 0% blanqueadores químicos.
“Llevamos 60 años haciendo papel de esta forma, es una fibra distinta que cuida al medio ambiente. Siempre le pusimos un sello: decíamos que está ‘hecho con caña de azúcar’, pero no se percibía como un valor en sí mismo. Aunque me duela decirlo como consumidora también, antes a nadie le importaba. Ahora sí llega el mensaje de que es una fibra distinta que cuida al planeta”.
Así Verónica alude al cambio de conciencia que se viene transicionando hacia la sustentabilidad y que se aceleró en esta última década. ¿Y quién mejor que los chicos para entender este valor del papel que usan en la escuela? Ése en el que durante 12 años y más, garabatean mientras escuchan lecciones, dibujan sueños cuando les piden prosa y proyectan ansiedad cuando rinden pruebas.
«Nuestro ingenio azucarero y la fábrica que hace el papel están en Libertador General San Martín, Jujuy. Desde allí se trasladan las bobinas gigantes de papel a Villa Mercedes, en San Luis, donde lo transforman en útiles escolares y distribuyen a toda Argentina”.
“Hace 12 años que nuestras capacitadoras dan charlas pedagógicas en los colegios sobre cómo es hacer papel de esta manera. Sobre todo a los alumnos de cuarto a séptimo grado, que tienen materias relacionadas con los procesos productivos”.
Pero también los libreros son esenciales para comunicar las propiedades de esta fibra hecha papel porque son los que llegan a los padres de esos alumnos. “Replicamos las charlas con los libreros. Más allá del posicionamiento de la marca y lo que es el marketing, queremos que sepan un poco más de lo que promovemos y el concepto del papel de caña de azúcar. Por ejemplo, este cambio con la marca NAT cuesta, porque es un papel que no pasa por el proceso de blanqueo, es un papel natural. Entonces, su color es como el de la fibra de la caña (un tono ligeramente beige). Pero muchos están acostumbradon a escribir e imprimir sobre blanco. En estas charlas, nosotros ponemos en valor el producto, la idea es informar, que se enteren; después van y deciden qué comprar”.