Los tres yaguaretés fueron liberados después de cumplir rigurosamente con dos requisitos fundamentales para los profesionales que estuvieron a cargo de su cuidado: no haber mantenido contacto alguno con seres humanos y ser capaces de autosustentarse o de cazar sus propias presas.
“La conservación de la naturaleza tradicionalmente tenía una visión que era no tocar y dejar que ella haga sus cosas, no intervenir. Ese paradigma está cambiando y de eso se trata el rewilding, que es al revés: para conservar hay que hacer mucha intervención y manejo activo, porque el estado de situación es tal, que ya la protección sin tocar no alcanza. Ya perdimos casi todo, así que hay que restaurar”, comentó Sebastián Di Marino, director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina, a través de un comunicado de prensa difundido por la entidad.
“Las hembras tienen lugares más chicos y caminan menos. Los machos, además de establecer el territorio en función de presas, los establecen en función de hembras. Entonces, si nosotros soltamos primero un macho y no hembras, se iba a largar a caminar por todos lados y se iba a ir”, agregó el especialista.
La liberación de estos tres yaguaretés tiene lugar tras el primer trío que fue liberado el pasado 7 de enero.
Con estos seis ejemplares totalmente recuperados y nuevamente en su hábitat natural, el sueño de repoblar paulatinamente los Esteros del Iberá tras 70 años de la extinción de la especie en la provincia de Corrientes cada vez cobra más vida.