El 1% más rico de la población mundial ha sido responsable de más del doble de las emisiones de gases de efecto invernadero que los cerca de 3.100 millones de personas que conforman el 50% más pobre. Es una de las conclusiones vertidas en el informe Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono, publicado por Oxfam-Intermón, en el que se detalla el impacto de las desigualdades sociales en las emisiones de carbono.
«El cambio climático está indisolublemente unido a la desigualdad económica: se trata de una crisis impulsada por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por los ricos, pero que afecta fundamentalmente a los más pobres», reza el documento, en el que se pone de manifiesto la magnitud de la brecha social y contaminante a partir del análisis de datos derivados de las diferencias en los niveles de consumo y la huella de carbono generada por ricos y pobres en todo el mundo.
“El consumo excesivo de una minoría rica está exacerbando la crisis climática, pero son las comunidades en situación de pobreza y las personas jóvenes quienes están pagando el precio”, señaló Tim Gore, responsable de Política Climática de Oxfam y autor del informe. “Esta desigualdad extrema de emisiones de carbono es una consecuencia directa del afán durante décadas de nuestros Gobiernos por fomentar un crecimiento económico extremadamente desigual y basado en el carbono”, aseguró.
Gore apeló a frenar las emisiones a través de mayores impuestos y restricciones a los más ricos y sus lujos, para invertir esta recaudación “en servicios públicos y en sectores de bajas emisiones de carbono para crear puestos de trabajo y contribuir a erradicar la pobreza”.
Los datos, resultantes de una investigación conjunta de Oxfam y el Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo (SEI) revela que la desigualdad extrema de las emisiones de carbono en las últimas décadas es el principal desencadenante del actual colapso climático. El estudio mide las diferencias entre los distintos grupos de población según el ingreso medio entre 1990 y 2015, los 25 años en los que la humanidad duplicó la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
Entre 1990 y 2015, las emisiones anuales se incrementaron en un 60%, y las emisiones acumuladas se duplicaron, provocando enormes brechas poblacionales, como demuestra que el 50% más pobre de la población mundial – aproximadamente 3.100 millones de personas– sólo genera alrededor del 7% del total de las emisiones mundiales atribuidas al consumo individual, y sin embargo viven mayoritariamente en los países más vulnerables ante el cambio climático.
Por otro lado, según la ONG, aproximadamente el 50% de estas emisiones puede atribuirse al 10% más rico de la población mundial, cuyo promedio de huella de carbono es once veces superior a la de la mitad más pobre de la población, y es 60 veces más que la del 10% más pobre.
Si se analizan los datos de los extremos, las diferencias son todavía más drásticas: y es que el 1 % más rico de la población mundial (aproximadamente 63 millones de personas) generó el 15% de las emisiones acumuladas y consumió el 9% del presupuesto de carbono, el doble que la mitad más pobre de la población mundial.
Además, los datos también revelan que el 5 % más rico de la población mundial (aproximadamente 315 millones de personas) es responsable de más de una tercera parte (el 37 %) del incremento total de las emisiones.
«El mapa de emisiones refleja que el consumo de carbono ha servido para enriquecer a los más ricos y no para sacar a la gente de la pobreza. Este modelo ha caducado y es urgente uno nuevo», dijo Paula San Pedro, portavoz de cambio climático de Oxfam Intermón.
“El consumo excesivo de una minoría rica está exacerbando la crisis climática, pero son las comunidades en situación de pobreza y las personas jóvenes quienes están pagando el precio”
Tim Gore, responsable de Política Climática de Oxfam
Desmontando mitos de la nueva clase media
Del mismo modo, el informe desmonta el mito popular y político que durante años ha centrado la responsabilidad del aumento de emisiones en el impacto de la creciente clase media de países como China y la India. Aunque en esos países millones de personas han conseguido salir de la pobreza y eso se ha traducido en un considerable incremento tanto de sus ingresos como de las emisiones de carbono vinculadas al aumento de su consumo, ello no ha ido en detrimento de las emisiones asociadas al consumo de la población más rica, que ha continuado creciendo.
Contaminación en tiempos de coronavirus
Según afirman los autores del estudio, es probable que las emisiones de carbono vuelvan a repuntar rápidamente a medida que los gobiernos levanten los confinamientos y restricciones relacionados con la COVID-19. Si las emisiones no siguen disminuyendo año tras año y la desigualdad de las emisiones de carbono no se controla, el presupuesto de carbono restante para mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 ºC se habrá agotado por completo para 2030.
La ONG afirma que la pandemia ha desencadenado una caótica (y a menudo desigual) contracción del consumo global, pero también ha demostrado que es posible realizar cambios antes impensables en el estilo de vida de las personas más ricas del mundo en beneficio de la mayoría de la población. Algunas políticas públicas, como pueden ser gravar determinados bienes y servicios de lujo que generan un gran volumen de emisiones (como los SUV, los vuelos frecuentes en clase Business y en aviones privados) y otras como ampliar la infraestructura digital y de transporte público, podrían contribuir a reducir las emisiones, frenar la desigualdad y mejorar la salud pública.
La organización enfatiza que es imprescindible que estas políticas se pongan en marcha ya, antes de que se agote el presupuesto global de carbono y se sobrepase el límite de 1,5 ºC de calentamiento global.
Oxfam es una confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales, dedicadas a labores humanitarias en 90 países. Fue fundado originalmente en Oxford en 1942 durante la II Guerra Mundial para luchar contra la hambruna en Grecia, de ahí su primer nombre Oxford Committee for Famine Relief (Comité de Oxford para aliviar la hambruna).