Optar por fibras naturales y ecológicas puede ofrecernos numerosos beneficios. Además de aportar mayor frescura y suavidad a nuestras telas, estaremos colaborando a proteger el medioambiente. Ahora bien ¿Qué son las telas ecológicas? La diferencia principal reside en la manera en la que se confeccionan. Los materiales que se utilizan son distintos que para cualquier otro tipo de tela y en su elaboración se descarta la utilización de químicos, pesticidas o fertilizantes.
Las fibras ecológicas representan una opción saludable. Proporcionan una ventilación natural al no retener la humedad que se produce al transpirar, algunas presentan una resistencia natural contra hongos y ácaros e incluso hay fibras, como el lino, que tienen propiedades antibacterianas.
¿Por qué son telas ecológicas?
Las telas ecológicas se diferencian de las que no lo son porque están fabricadas con materiales 100% orgánicos y son tratadas mediante procesos de producción sostenible. Es decir, procesos libres de químicos y componentes nocivos para el planeta.
Normalmente, este tipo de telas son certificadas como ecológicas si cumplen con ciertas normas de elaboración. Entre las principales destaca la gestión eficiente de los recursos naturales y que durante su fabricación se minimice al máximo el impacto medioambiental.
Las fibras ecológicas representan una opción saludable. Proporcionan una ventilación natural al no retener la humedad que se produce al transpirar, algunas presentan una resistencia natural contra hongos y ácaros e incluso hay fibras, como el lino, que tienen propiedades antibacterianas.
Algunas de las fibras naturales más utilizadas en el mercado:
Algodón orgánico: Es el material básico con el cual se elaboran prendas ecológicas. Se desarrolla en campos libres de pesticidas y químicos. Su proceso de crecimiento abarca un periodo de tres años y los productores lo elaboran a través del uso de fertilizantes naturales (animales y vegetales). Al comprar una prenda de algodón orgánico hay que asegurarse de que no esté teñida con colores estridentes y optar mejor por tonos naturales, lo que brinda la seguridad de que durante su proceso no se utilizaron colorantes químicos.
Bambú: Es el material más sostenible de la naturaleza. Además de crecer rápidamente, no necesita de pesticidas y tiene una excelente capacidad para absorber el color, por lo que no requiere gastar en elaborados procesos de teñido. Esta es una fibra hipoalergénica que absorbe la transpiración, no se arruga tanto, es suave y seca rápidamente.
Poliéster: Aunque es uno de los textiles derivados del petróleo, algunas compañías están fabricando prendas a partir de botellas de plástico recicladas. Una chaqueta de poliéster ecológico contiene unas 25 botellas de plástico de dos litros aproximadamente.
Yute: La fibra del yute se ha utilizado desde hace muchos años para la creación de cuerda, para empapelar y para la elaboración de alfombras. Su ventaja principal es que es totalmente biodegradable.
Cáñamo: El cáñamo es muy estable y duradero. La tela que se hace con su fibra alcanza a durar hasta cinco veces más que el algodón y puede ser suave, pero al mismo tiempo resistente. Se pueden encontrar múltiples prendas realizadas con este tipo de material. Por su cultivo y tratamiento ecológico es muy adecuada para pieles sensibles.
Cashmere: Este exclusivo material se consigue del peinado del pelo de las cabras de Cachemira. En ocasiones esta fibra es mezclada con cáñamo. El cahsmere es sin duda uno de los más ecológicos y su calidad lo hace uno de los textiles más elegantes y duraderos. Si se quiere comprar una prenda de este material, hay que asegurarse de que no esté tratada con químicos, ni mezclada con otras fibras como el poliéster.
Alpaca: El pelo largo y fino de las alpacas de los Andes también es utilizado para la fabricación de textiles. Se caracteriza por su textura sedosa, brillo natural, peso liviano y extrema durabilidad. Por su contenido natural de lanoina y térmica, esta tela es ideal para utilizarla en climas calurosos y fríos permitiendo que la piel respire.
Lino: De las fibras del tallo de la plata de lino se obtiene un hilo con el cual se pueden fabricar telas. Este tipo de planta no requiere de pesticidas. Esta tela es fuerte, lisa al tacto, fresca y absorbente.
Lyocell: Este es el nombre genérico de la pulpa de madera, que se caracteriza por ser un material reciclable y biodegradable. La producción de tejidos con este material implica menos emisiones de carbono, uso de energía, de agua y no necesita blanquearse con químicos.
Las fibras sintéticas presentan importantes desventajas al fabricarse la mayoría de ellas con productos químicos derivados de combustibles fósiles, y esto termina sumando a la gran cantidad de microfibras que están contaminando lagos, ríos y océanos e ingresando, en última instancia, a nuestra cadena alimentaria.
La sostenibilidad ambiental es un tema de creciente importancia dentro de la industria global de fibras, textiles y prendas. De hecho, las presiones para enfocarse en la responsabilidad ambiental han llevado a varias compañías a desarrollar nuevos productos innovadores y a adaptar sus estrategias comerciales a un sector del mercado cada vez más amplio.