La facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata comenzará a trabajar para poner en marcha el plan de reconversión a propulsión eléctrica del transporte público de pasajeros de la provincia de Jujuy. Se trata de un proyecto inédito por su escala, que permitirá aprovechar la potencialidad del litio jujeño como fuente de energía limpia y no contaminante. La iniciativa quedó plasmada a partir de un convenio específico entre la UNLP y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE).
Según surge del acuerdo, el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA-UNLP) suministrará el conocimiento para convertir una unidad de transporte público automotor de pasajeros de propulsión convencional (combustión interna), en propulsión eléctrica, alimentada con baterías de litio. A su vez colaborará en el diseño del taller de reconversión y de la planta de ensamblaje de baterías del parque automotor de Jujuy de transporte de pasajeros.
“Las líneas de trabajo se dividen en dos áreas, la de ingeniería de producto y la de ingeniería de proceso, con el objetivo final de lograr un prototipo demostrador y poder transferir el conocimiento para replicar dicha reconversión en el resto del parque automotor de la provincia. Se estima que serán alrededor de 100 unidades”, explicó el ingeniero Alejandro Patanella, jefe de proyecto.
El convenio prevé una duración estimada de dos años e incluye el equipamiento y puesta en marcha de un prototipo, que pueda luego ser replicable a escala provincial, nacional y regional.
La iniciativa se propone generar modelos escalables para la transición eléctrica de la movilidad del transporte público en la Argentina sobre la base del litio jujeño.
El CTA se encargará de la selección de celdas para el ensamblado de baterías de litio destinadas a la reconversión de unidades de transporte público automotor de pasajeros, proveyendo el desarrollo tecnológico y la formación de recursos humanos para llevarlo adelante en la provincia de Jujuy y posteriormente en todo el transporte de pasajeros del país.
La facultad de Ingeniería de la UNLP también realizará el análisis de la performance del vehículo bajo distintas condiciones y el diseño de la operación para optimizar su autonomía, teniendo en cuenta los requerimientos de las estaciones de carga. A su vez, se realizará una proyección de operación (carga y descarga) para lograr una meta de durabilidad de baterías de entre 7 a 10 años.
Según las proyecciones del equipo de ingenieros, estima que la unidad podrá alcanzar una autonomía de 100 km, a requerimiento de JEMSE, con capacidad de expandirlo a 300 km.
“La idea de este emprendimiento es demostrar que se puede evitar comprar micros eléctricos en el mercado externo, cuando acá tenemos los recursos para hacerlos. Creemos que es esencial aprovechar la trayectoria del CTA en reconversión para generar conciencia, y el hecho de trabajar con la provincia de Jujuy tiene un valor estratégico enorme, ya que cuentan con la reserva de litio más grande del país”, detalló el director del CTA, Marcos Actis.
“La principal ventaja de utilizar litio es que los vehículos funcionan con energías completamente limpias. Además, este tipo de baterías duran cinco veces más que las de plomo y son reciclables. Paralelamente, la alimentación eléctrica del motor no afecta en absoluto el medioambiente, como sí ocurre con los combustibles fósiles convencionales. Así se contribuye a evitar el calentamiento global al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó Guillermo Garaventta, investigador del CTA y experto en la materia.