Su obra es notable por varios motivos: la estudiada selección de ejemplares, la indudable calidad de cada una de sus tomas, la utilización de la platinotipia, un proceso que ofrece unos resultados fantásticos en cuanto a gamas tonales y durabilidad de las copias, y por supuesto el componente emocional que busca transmitir con cada imagen.
Dice Beth: «Yo no quiero simplemente documentar, sino registrar la belleza y el entusiasmo que siento hacia el sujeto al que estoy fotografiando.»
Se calcula que hay tres billones de árboles en el planeta. Cada año el hombre destruye 15 millones de ejemplares. A este ritmo, los árboles desaparecerán en 300 años.
“Es más importante tener más árboles que tener más personas”, escribe Clark Strand en Ancient Skies, Ancient Trees (cielos antiguos, árboles antiguos), un libro publicado por Abbeville Press que recoge las fotografías de Bethn Moon.
«Yo no quiero simplemente documentar, sino registrar la belleza y el entusiasmo que siento hacia el sujeto al que estoy fotografiando.»
“Se yerguen como los monumentos vivientes más grandes y antiguos del mundo, y creo que estos árboles tan simbólicos tendrán mayor importancia, sobre todo cuando nos concentremos en encontrar mejores maneras de convivir con el medio ambiente” declara la fotógrafa.