Ni frágil ni peligroso. Si estas fueran sus principales cualidades, no se habría establecido un año en su nombre. Así es, 2022 es el Año Internacional del Vidrio (IYOG, por sus siglas en inglés) aprobado por las Naciones Unidas con apoyo de más de 120 países del mundo, entre ellos Argentina. La ceremonia de inauguración fue en febrero pasado en el palacio de la ONU en Ginebra, Suiza, y el mensaje en la ocasión fue: “IYOG2022 celebrará el papel fundamental que el vidrio tiene y seguirá teniendo en la sociedad. Subrayará la importancia tecnológica, científica y económica de este material, a menudo invisible, transparente y habilitador que sustenta tantas tecnologías y que puede facilitar el desarrollo de sociedades más justas y sostenibles para hacer frente a los desafíos de la globalización. También es un medio importante para el arte y su historia es parte integral de la humanidad”.
“Históricamente, el vidrio ha desempeñado importantes funciones en la arquitectura, la automoción, los artículos para el hogar, los envases. Y hoy es un elemento esencial en sectores clave como el de la energía, la biomedicina, la agricultura, la electrónica, la información y las comunicaciones, la óptica y la optoelectrónica o el sector aeroespacial”, enumera Nicolás Rendtorff, vicedirector del Centro de Tecnología de Recursos Materiales y Cerámica (CETMIC) del CONICET y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y parte del comité organizador internacional de IYOG.
Entre las características particulares de este material, se pueden mencionar la transparencia, la moldeabilidad y la versatilidad, la posibilidad de actuar como disolvente, la homogeneidad y la isotropía, es decir, que presenta propiedades idénticas en todas las direcciones.
“Estos rasgos, a su vez, le otorgan atributos tales como una excelente durabilidad y resistencia química, mecánica y térmica. Por si eso fuera poco, es totalmente reciclable, hermético y permite ajustar muchas de sus propiedades, como ocurre con su comportamiento eléctrico, ya que puede actuar o bien como aislante o como semiconductor”, continúa el experto. De acuerdo al sitio web Vidrio Circular, armado por las instituciones que integran el comité organizador de IYOG, el vidrio es, junto con la cerámica, el material más antiguo y más utilizado por el ser humano para la conservación y el almacenamiento de productos. Su uso original como envase de almacenaje se remonta al año 1500 a. C. No obstante, las primeras cuentas de vidrio han sido datadas en Mesopotamia alrededor del año 3000 a. C., mientras que los primeros objetos de vidrio fabricados aparecieron en Egipto unos mil años después.
La gran mayoría de los vidrios son fabricados industrialmente, y la principal materia prima utilizada son las arenas silíceas, feldespatos y calizas, muy abundantes en la corteza terrestre.
Pero también existen vidrios naturales, como las obsidianas, llamadas también vidrio volcánico, producidas por el enfriamiento brusco de la lava; las fulguritas, resultado de la caída de un rayo en la arena; o las tectitas, producidas por ondas de choque de meteoritos, como el que originó la extinción de los dinosaurios. Algunos de sus principales atributos como material son el envase de vidrio como lo conocemos hoy: un recipiente seguro, que no cambia las propiedades del producto que contiene, durable y hermético, con alta resistencia química y al calor, indeformable y reciclable.
¿Y por qué se habla de “vidrio circular”? Porque se ajusta al concepto de economía circular, un sistema que implica mantener los mismos recursos dentro de un circuito cerrado continuo, evitando la extracción de nuevas materias primas vírgenes y el consiguiente agotamiento de los recursos naturales. “El vidrio es el ejemplo perfecto de esto: se recicla en el mismo sistema de producción, porque de un envase se hace otro envase, sin que sufra un cambio de sus propiedades químicas o físicas”, señala Rendtorff, y continúa: “Además de cumplir a la perfección su función como envase, es 100% reciclable infinitas veces, sin perder calidad ni cantidad en el proceso. El vidrio reciclado puede volver al ciclo productivo del que partió para sustituir a las materias primas originales y volver a convertirse en un envase puro y seguro para contener alimentos y bebidas. Cierra así su recorrido circular y lo recorre eternamente, ahorrando energía y evitando emisiones”.
Algunas de las ventajas que hacen al vidrio un material único son: higiene, ya que es una barrera infranqueable y soporta altas temperaturas que posibilitan la esterilización; químicamente inerte, dado que no cede sustancias a su contenido ni al entorno, no sabe ni huele a nada; aséptico, gracias a su naturaleza inorgánica y a estrictos estándares de seguridad alimentaria en su fabricación; fiable, porque es transparente y permite apreciar su contenido; seguro, por ser hermético e impermeable; y estable, dado que no sufre oxidación ni corrosión ambiental y su resistencia al calor permite la pasteurización, el baño maría o su uso seguro en el microondas. Además, no se deforma, es versátil en cuanto a la forma y el color, y es eco-friendly, ya que parte de materias primas abundantes en la naturaleza y, en el caso de que se abandone en el entorno, se erosiona como cualquier roca, sin afectar a la cadena trófica.
El IYOG prepara distintos eventos para difundir los beneficios y usos del vidrio. La agenda completa se puede conocer aquí.