Mientras dos cachorros de yaguareté juega y recorren las yungas jujeñas, los conservacionistas cantan victoria. Los dos cachorros son la esperanza para revertir la extinción de su especie. La población de la región se encuentra estable hace seis años con alrededor de 90 a 100 animales adultos viviendo en libertad. El número indica que los esfuerzos de conservación por la especie aún son cruciales para su conservación.
El yaguareté, declarado Monumento Natural de Argentina, es una especie en peligro de extinción, víctima de la caza ilegal, el atrapellamiento en rutas y la pérdida de hábitat, entre otras amenazas. A principios de siglo XX su hábitat alcanzaba hasta la Patagonia argentina, pero desde entonces su distribución se redujo un 95%.
Junto con la Administración de Parques Nacionales y el apoyo de organizaciones como la Fundación Rewilding y distintos actores de la sociedad civil, llevamos adelante una serie de iniciativas para preservar y recuperar esta especie, en el marco del Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté.
Reintroducción y concientización
Los cachorros de yaguareté –que en general nacen dos, como todos los felinos– nacen con los ojos cerrados y casi sin capacidad de desplazamiento. Las primeras semanas son muy dependientes de su madre, que pasa casi todo el tiempo con ellos. Poco después del mes de vida comienzan a recorrer distancias muy cortas alrededor del sitio donde nacieron y recién a los dos meses son capaces de realizar algunas recorridas junto a su madre.
Debido a que las causas que determinaron la extinción de esta especie en determinados espacios territoriales no están resueltas, los procesos de repoblamiento tienen una proyección de dinámicas especiales. Es por eso que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible junto con la Administración de Parques Nacionales trabajan de manera interinstitucional para articular mecanismos de participación local, de modo de sensibilizar a los pobladores rurales y otros actores sociales.
El yaguareté: ¿por qué es importante su conservación?
El yaguareté (Panthera onca) es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del león y el tigre asiático.
La conservación de este felino va mucho más allá de la protección de una sola especie. La conservación exitosa del yaguareté es fundamental para mantener los bosques saludables, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural. Estos esfuerzos no solo protegen toda la vida silvestre en el paisaje que representa el hábitat del yaguareté, sino que también ayudan a diversificar las oportunidades económicas para las comunidades locales y contribuyen a mitigar y adaptarse al cambio climático global.