La conservación de la selva tropical ha jugado un papel importante en la lucha contra el cambio climático. «Estaba cansado de ver a los políticos hablar y no hacer nada. Mi esfuerzo fue unilateral cuando compré una concesión maderera en Brasil y la cerré. La razón era simple: quería salvar de la tala uno de los lugares más hermosos del bosque de la Amazonia», explicó por su decisión el multimillonario Johan Eliasch, cuya fortuna se calcula en unos 564 millones de dólares.
Aunque su perfil no es el del estereotipo de activista conservacionista, los hechos dicen que se trata del nuevo gran adepto a la que algunos definen la filosofía del colonialismo verde. Y aunque muchos dudan de las intenciones de Eliasch, cuenta con vastos antecedentes de haber apoyado e incursionado en varias causas ambientales.
El magnate sueco, presidente y CEO de la marca deportiva Head, adquirió 200.000 hectáreas de la selva brasileña con el solo propósito de preservarla.
“El punto es que yo, como ciudadano, no voy a lograr que Volkswagen reduzca el nivel de emisiones de sus motores. Ésta es la manera en que puedo conseguir resultados. Por ello actúo, e intento colaborar con las comunidades locales para que conservar el bosque se convierta en un interés superior a arrasarlo. Hay que encontrar la manera de hacer que una selva tenga más valor de pie que talada”, alentó el empresario.
Asimismo, agregó que «las comunidades de la localidad tienen acceso de nuevo al lugar para obtener alimentos y plantas, de las que obtienen medicamentos. Lo única que les pido siempre a cambio es que mantengan el bosque intacto», puntualizó el multimillonario.
Johan Eliasch estimó que al comprar estas tierras se mantuvo a raya alrededor de 80 millones de toneladas de dióxido de carbono. Una cantidad que se liberaría en el planeta si esas mismas tierras fueran deforestadas y quemadas.
Conocido por su anhelo de proteger el ambiente, fundó la organización Cool Earth, que se ocupa de mantener contactos con las comunidades locales y proteger los bosques de todo del mundo. Además, durante cuatro años fue el consejero ambiental personal del primer ministro británico Gordon Brown.