El primer director nacional de Agroecología del país resaltó que la creación del área responde a un diagnóstico que presenta una “pérdida de productores, el aumento de malezas resistentes que hicieron este gran incremento de importaciones de sustancias químicas que al país no le conviene, por el aumento de costos y también por recomendaciones de Naciones Unidas, que en 2017, 2018 y 2019, sugirió al Gobierno argentino desarrollar y fomentar la agroecología”.
En ese marco, Cerdá afirmó que el país leyó que “a partir de todas estas cuestiones era necesario ir pensando y planificando un cambio en la forma de producir, lo que no se da de un día para el otro”.
Según el último censo agropecuario realizado por el INDEC (2018-2019) la cantidad de explotaciones agropecuarias en el país fue de 250.881, lo que significó una disminución de 82.652 frente a los datos que arrojó el censo anterior del año 2002.
Frente a este escenario, Cerdá analizó que los costos para producir “se han elevado y muchas veces son en dólares” y además, “el sistema de tenencia de tierra ha hecho que constantemente vayan subiendo los valores de arrendamiento, porque en el sector hay otros jugadores que pagan más de lo que puede pagar un agricultor. Todos esos componentes hacen que se vaya perdiendo el productor chico, el productor mediano y eso se vaya acumulando en menos manos“.
En esta línea, el especialista señaló que “en los 90 Argentina usaba 38 millones de litros de agroquímicos en el sector agropecuario, en tanto, el año pasado se superaron los 500 millones de litros y sin embargo, la superficie productiva no ha alcanzado a duplicarse”, aseguró el funcionario.
En el sistema de producción agroecológico hay menos costos y la rentabilidad suele ser el doble; y en el tiempo, en la medida que se va mejorando el sistema, bajan los costos, baja la utilización de energía, y eso marca que es mucho más sustentable.
Cerdá es, además, el presidente de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología (Renama), que se dedica a asesorar y acompañar a quienes decidan aplicar los conceptos y principios ecológicos en el diseño y gestión de los sistemas agrícolas.
En este sentido, señaló que se han contabilizado desde la Red “unas 100.000 hectáreas que realizan producciones agroecológicas, pero hay muchos más productores que están haciendo agroecología“.
En relación a los rendimientos económicos del sistema de producción agroecológico, Cerdá indicó que la rentabilidad suele ser el doble respecto al modelo de producción agropecuaria tradicional y mucho más sustentable.
“El modelo predominante cada vez necesita más energía, por lo tanto, precisa cada vez más insumos externos como necesita cualquier persona que empieza a enfermarse, que cada vez precisa más remedios”, consideró el ingeniero agrónomo.
A través de su Dirección se propone visibilizar a todos los productores y productoras que “hacen agroecología” y, en este sentido, detalló que se dará un impulso desde la Secretaría de Agricultura Familiar.
“Se creó otra Subsecretaría para Pequeños y Medianos Productores a cargo de Milagros Barbieri y una Subsecretaría de Economías Regionales para evaluar las formas de producir y -con los productores y técnicos de cada región- plantear el cambio y la transformación hacia modelos que se puedan sostener”, acotó.
El funcionario aseguró que “Argentina tiene todas las condiciones para avanzar hacia la agroecología” y planteó que “cada productor que comienza en la agroecología, se aferra más y no la abandona”.
“Si el productor puede producir con sus propias semillas sin necesidad de gastar 150 o 200 dólares en una bolsa de maíz y si estamos teniendo maíces que a lo mejor están un poco más bajos de rendimiento, pero es una semilla que podés volver a sembrar” al tiempo que “tienen el doble de minerales, es el doble de rendimiento porque no vale por el peso, vale por lo que alimenta”, explicó Cerdá sobre el sistema agroecológico de producción.
Asimismo, aseguró que la soja “perdió más del 10% de proteínas, los maíces el 50% de sus minerales, entonces 12 mil kilos de maíz de rendimiento, es hablar de 6 mil de lo que teníamos antes; y lo que hicimos fue diluir los nutrientes, no generar más rendimientos”.
Es preciso “sostener los agricultores, sostener lo básico que es que la tierra esté con salud, con fertilidad y eso no se logra con remedios, no se logra con sustancias químicas, que solo te pueden salvar en alguna circunstancia. Pero no se puede vivir a pastillas. Vivimos a partir de alimentos. Eso es lo que estamos tratando de construir, que es un cambio de paradigma”, aseveró Cerdá.