Un dato revelador: con cada grado que bajás la temperatura del ambiente en verano, estás aumentando hasta un 6% el consumo energético en refrigeración. Tené en cuenta que 20ºC en invierno y 26ºC en verano son temperaturas suficientes para un entorno saludable y agradable en una casa. Además, usando la ropa adecuada para cada época de año, se pueden reducir las necesidades de climatización.
La calefacción, los climatizadores y los aires acondicionados representan uno de los principales gastos de electricidad de los hogares. Para climatizar una casa de una manera sostenible y ahorrar energía, deben tenerse en cuenta algunos aspectos:
Temperatura: lo ideal es una temperatura interior de 19 a 21ºC en invierno y de 22 a 26ºC en verano. Salirse de estas recomendaciones, bien de frío o de calor, supondrá un mayor gasto de energía. Cerrar las puertas de los ambientes ayuda a mantener la temperatura adecuada.
Tené en cuenta que, para refrescar el ambiente, el ventilador consume mucha menos energía que el aire acondicionado.
Instalá termostatos programables para regular automáticamente la temperatura de la habitación y no dejes nunca los dispositivos de climatización encendidos cuando no estés en casa.
Ventilación: es importante renovar el aire de las casas, pero hacerlo de una forma correcta te ayudará ahorrar energía. El tiempo recomendado para ventilar sin que se enfríe o caliente demasiado es de 10 minutos, y hacerlo a primera hora de la mañana. Es una operación rápida que evita que se enfríen las paredes. No dejes nunca la calefacción encendida con la ventana abierta.
Orientación del edificio: si vas a construir, comprar o alquilar una vivienda, tené en cuenta su orientación para ahorrar en energía. Las viviendas orientadas hacia el norte o este aprovechan el sol y calor de la primera parte del día, mientras que las orientadas hacia el oeste acumulan demasiado calor en verano. El sol es un gran aliado para climatizar nuestro hogar y ahorrar en electricidad siempre que sepamos dejarlo entrar en invierno y evitar su paso en verano.
La calefacción, los climatizadores y los aires acondicionados representan uno de los principales gastos de electricidad de los hogares.
Un mejor diseño de los edificios y un aislamiento térmico efectivo permitirán ahorrar hasta un 80% de la demanda térmica media de los edificios. El sol y el calor corporal son realmente todo lo que necesitás para la mayoría de la necesidades de calefacción en una casa eficiente.
Otros complementos para equilibrar la temperatura:
Ventanas: el doble cristal permite ahorrar un 25% de energía en calefacción y aislar del ruido exterior. Las viejas ventanas pueden ser una importante fuente de pérdida térmica, no sólo por el cristal, sino también por marcos y cierres ineficientes.
Persianas: ayudan a ventilar la casa en verano bloqueando el paso del sol.
Cortinas: permiten conservar el calor de las habitaciones en invierno y evitar el paso de sol en verano.