E
ste Día Internacional de los Pueblos Indígenas 2023, que lleva el titulo de «Juventud Indígena, agente de cambio hacia la autodeterminación«, reivindica la posición que deben ocupar los jóvenes Indígenas en la toma de decisiones, a la vez que reconoce sus dedicados esfuerzos en la acción climática, la búsqueda de justicia para sus pueblos, y la creación de una conexión intergeneracional que mantenga vivas su cultura, sus tradiciones y sus contribuciones.
A día de hoy, las violaciones de los derechos de los pueblos Indígenas del mundo han pasado a ser un problema persistente. Unas veces a causa del lastre histórico que todavía arrastran, otras por el choque con una sociedad en constante cambio.
Ante este problema, es justo recordar cada 9 de agosto que los Pueblos Indígenas tienen derecho a tomar sus propias decisiones y llevarlas a cabo de manera significativa y culturalmente apropiada para ellos.
En este contexto de lucha por la autodeterminación, los jóvenes indígenas están jugando un papel activo como agentes de cambio al frente de algunas de las crisis más apremiantes a las que se enfrenta la humanidad en la actualidad.
Por ejemplo, la juventud indígena está aprovechando las tecnologías de vanguardia y están desarrollando nuevas habilidades para ofrecer soluciones y contribuir a un futuro más sostenible y pacífico para nuestra gente y el planeta.
Pero su futuro también depende de las decisiones que se tomen hoy. De ahí que se precise de su participación en los esfuerzos globales hacia la mitigación del cambio climático, la consolidación de la paz y la cooperación digital.
Necesitamos a los Indígenas para construir un mundo mejor
Existen alrededor de 476 millones de Indígenas viviendo a lo largo de 90 países, lo que representa , según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) poco más del 6,2 % de la población mundial. Sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables representando el 15 por ciento de los más pobres. Estos pueblos tienen aproximadamente 7.000 idiomas y luchan por mantener su cultura, creencias y sistemas de conocimiento.
Los pueblos Indígenas han heredado y practican culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente. Retienen, además, rasgos sociales, culturales, económicos y políticos que son distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven.
Pese a sus diferencias culturales, los pueblos Indígenas de todo el mundo comparten problemas comunes a la hora de proteger sus derechos como pueblos diferentes.
Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales.
Pese a ello, a lo largo de la historia, sus derechos han sido siempre violados. En la actualidad, se encuentran sin duda entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del mundo. La comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.
Por esto, cada 9 de agosto es una oportunidad para reafirmar los derechos de los pueblos indígenas y nuestro compromiso común de promover los valores de la equidad, la justicia y la dignidad para todos.
Los saberes originarios y el cambio climático
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) expuso las conclusiones de un estudio internacional llevado a cabo durante los últimos cinco años. Reclaman que se tenga en cuenta el conocimiento de los pueblos originarios sobre el cambio climático.
Los pueblos originarios y las comunidades locales de todo el planeta poseen un conocimiento muy rico y amplio de los impactos del cambio climático y de posibles formas de adaptarse a ellos.
En el estudio se analizaron datos detallados sobre cómo los pueblos indígenas y las comunidades locales perciben los impactos del cambio climático en sus territorios y cómo responden a ellos.
La principal conclusión de la investigación es que los pueblos originarios y las comunidades locales de todo el planeta poseen un conocimiento muy rico y amplio de los impactos del cambio climático y de posibles formas de adaptarse a ellos. Plantea que estos conocimientos deberían ser reconocidos tanto por la ciencia como por las políticas climáticas.
El estudio, «Indicadores Locales de los Impactos del Cambio Climático (LICCI)», fue liderado por Victoria Reyes-García, investigadora ICREA del ICTA-UAB, y subvencionado por el Consejo Europeo de Investigación. Se analizaron 52 casos de estudio en comunidades indígenas y locales de todos los rincones del planeta, gracias a la colaboración de una amplia red de investigadores.
El impacto del cambio climático en las comunidades originarias
Las conclusiones muestran que los pueblos indígenas y comunidades locales se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático, ya que suelen vivir en zonas climáticas sensibles y dependen de medios de vida basados en la naturaleza.
Los pueblos indígenas y comunidades locales se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático.
Victoria Reyes-García destaca que son pueblos que están «conectados con su entorno natural a través de generaciones» y en este sentido «tienen una comprensión holística de los efectos en cascada de los impactos del cambio climático, desde cambios en los sistemas atmosféricos, físicos y biológicos hasta impactos en sus medios de vida».
Los casos de estudios recogen cómo la inestabilidad meteorológica hace que la agricultura sea cada vez más difícil en Perú o México y que la caza en el hielo marino en zonas árticas sea extremadamente arriesgada, o cómo los cambios en las mareas y temperaturas en los arrecifes dificultan la captura de pulpos en la isla de Wasini, en Kenia.
La investigación abarca comunidades que van desde los pastores de renos koryak en Siberia (Rusia) a los del norte de Kenia o los de Puna Seca en Argentina, pasando por los pescadores del río Juruá en Brasil, los inuit de Nunavut (Canadá), los agricultores quechua de Perú, los mapuche-pehuenche del sur de Chile o los indígenas de Fiyi.
Guardianes de la biodiversidad
El 80% de la biodiversidad del planeta está bajo el cuidado de los pueblos indígenas, que han visto violentados sus derechos colectivos, la naturaleza y sus territorios, principalmente por la industria del petróleo, asegura Belén Paez, directora de la Fundación Pachamama.
El 80% de la biodiversidad del planeta está bajo el cuidado de los pueblos indígenas, que han visto violentados sus derechos colectivos, la naturaleza y sus territorios.
En la Amazonía, el llamado «pulmón del planeta», las poblaciones indígenas tienen una vital importancia en la conservación de la biodiversidad. «Con su conocimiento de generación a generación han logrado en este momento ser las únicas poblaciones en el mundo que pueden mantener bosques en pie, en donde prácticamente se están conservando los últimos remanentes de biodiversidad, y esto es crucial para todo el tema económico y global», plantea la directora de la Fundación Pachamama.
La amenaza de la industria petrolera en la Amazonía
La Fundación Pachamama se encarga de acompañar a las nacionalidades indígenas amazónicas (en Perú y Ecuador) en los procesos de exigibilidad de derechos colectivos propios y cuyo máximo objetivo es alcanzar el reconocimiento de su cultura y la protección de sus territorios.
Según informa la Presidenta y miembro del panel científico en la Fundación Pachamama, Belén Paez, «todo el bioma amazónico de los nueve países está en un estado de presión en sus bosques y en sus territorios indígenas».
En Ecuador, esta amenaza está estrechamente relacionada con la ampliación de las fronteras de la minería, también de la agricultura, pero en especial del petróleo, que según Paez, es un tema con el que lidian desde «hace 40 años» y una de las «principales amenazas porque ha causado la contaminación de los ríos, deforestación y destrucción de la biodiversidad».
Referéndum en Ecuador
El 20 de agosto en Ecuador se llevará a cabo un proceso de consulta popular sobre el Parque Nacional Yasuní, y en la que las poblaciones indígenas reclaman que se conserven sus espacios y no se siga explotando la industria petrolera.
Según Paez, «los pueblos indígenas han estado siempre en un frente a favor de la conservación permanente de la Amazonía y no a favor de la ampliación de la frontera petrolera y esta consulta de Yasuní lo que nos dice es que este tal vez sea un resultado de una permanente lucha de estos pueblos, que han estado en el frente»