«Has visto su trabajo en medios de comunicación internacionales, en librerías, cines, teatros, museos, camisetas, tiendas de música, en aeropuertos y en la parada del colectivo». Lo dice uno de los textos que introduce a los visitantes en la exposición retrospectiva de la obra del ilustrador y diseñador gráfico Javier Jaén, inaugurada en el Bizkaia Aretoa y que fue el diálogo final del festival JA! en su decimotercera edición.
Y sí. Es cierto. A menos que uno haya vivido recluido en algún lugar remoto, se habrá encontrado con la obra de Jaén en algún momento de su vida. Se comprueba nada más al ver el cartel de ‘Madres paralelas’, la película de Pedro Almodóvar, afiche que fue censurado en Instagram y Facebook. Ambas empresas consideraron pornográfica la imagen de un pezón con una gota de leche materna. La polémica, que Jaén considera «una bendición, porque generó un debate importante sobre la censura», obligó a ambas firmas a recular y pedir disculpas.
Jaén nació en Barcelona «el mismo año en el que murió Joan Miró, la revista ‘Time’ eligió el ordenador como máquina del año y se emitió por primera vez el ‘Equipo A’». O sea, en 1983. «Siempre quise ser periodista», repite. Y de hecho, hizo radio durante muchos años. Así que más que un diseñador o un ilustrador, etiquetas, ‘cajones’ en los que no se acaba de ver cómodo, se entiende a sí mismo como un contador de conceptos e historias en imágenes. «Un traductor», palabra que usa a menudo para referirse a su trabajo.
Estudió diseño gráfico y bellas artes en Barcelona, Nueva York y Budapest. Su actividad profesional se ha centrado en ilustración editorial, portadas de libros, proyectos audiovisuales, publicidad, comunicación cultural y creación de obra propia. Traduce historias y conceptos en imágenes a través de un lenguaje simbólico y lúdico.
Su trabajo ha sido ampliamente galardonado. Participó en exposiciones en Nueva York, Londres, México, El Salvador, Tallin, Seúl, Rotterdam, París y Roma. Desde 2015 es miembro de AGI. En 2020 ha sido considerado por Forbes como uno de los 100 españoles más creativos.
A la pregunta de cuál sería la noticia que le gustaría algún día ilustrar, Javier Jaén no tarda mucho en responder : “Ganan los buenos”, dice. Y nos imaginamos la alegría de ver en uno de los múltiples y prestigiosos medios para los que colabora habitualmente la noticia publicada, con una ilustración que probablemente estaría cargada de humor inteligente y fina ironía, como lo están todos sus proyectos. Jaén ha hecho de la comunicación gráfica una manera de expresarse, contar historias, hacer crítica y dar que pensar. Es diseño lleno de sentido.
Nutre su narrativa visual de poesía, eso no hay duda, pero sobre todo de capacidad de comunicar. Su trabajo traduce al lenguaje de signos, conceptos muy complejos.
Si pensás que eso es lo que hacen la mayoría de los diseñadores, es cierto, pero hay algo en su labor de traductor que se escapa del “oficio” del diseño, y es su uso de objetos con extrema inteligencia empática.
Para sus ilustraciones usa objetos, a menudo domésticos. Estos objetos contienen la memoria de lo que fueron, un guante de boxeo, una letra, un megáfono, un ojo de juguete, una cafetera, un guante… y a esa lectura Javier le da un giro, a veces solo un pequeño movimiento, otras un salto mortal.
Su lectura final no es ni la primera, ni la segunda, es una tercera exponencialmente más rica.
Comprometido con múltiples causas se destaca su trabajo sobre el medio ambiente, la diversidad, el arte, la literatura, el capitalismo salvaje, movimientos sociales, la guerra, la política y justicia entre otros.