La educación ambiental es una asignatura pendiente en muchos hogares. Las niñas y niños pueden y deben participar en esta necesaria y urgente tarea de cuidar nuestro entorno natural, y así adquirir hábitos para su conservación.
Hoy, en el día de las infancias, desde Qi nos proponemos recordarte sobre la importancia de que las infancias tomen conciencia del impacto que todos y cada uno de nosotros tenemos sobre el planeta, y de actuar en consecuencia con pequeños compromisos y acciones que ayuden a su conservación. Sin olvidar, claro, que nuestro ejemplo es la mejor herramienta.
Tips para concientizar a las niñas y niños sobre el ambiente
Podemos comenzar con gestos sencillos como los siguientes:
– Apagar la luz. Enseñarles a que apaguen la luz de su habitación y de otros espacios de la casa cuando no los estén utilizando. Es una forma de ahorrar en el consumo de energía y de que comiencen a asumir pequeñas responsabilidades.
– Reciclar correctamente. El reciclaje es una de las bases del cuidado del ambiente. Enseñar a las niñas y niños que cada tipo de residuo se desecha en un contenedor de color diferente y el por qué.
– Cerrar la canilla de agua. El agua es un bien escaso y en muchos países del mundo un gran número de personas viven sin acceso a agua potable.
– No arrancar plantas. En el mundo existen 30 millones de especies de animales y vegetales, de las que 1.000, según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentran en peligro de extinción y 17.000 amenazadas. Es importante que aprendan que las plantas no se arrancan ni se pisan, que son seres vivos y que deben ser cuidadas. Una buena opción para que descubran la importancia de las plantas es crear un pequeño huerto en el que vean crecer vegetales y frutas y descubran su importancia.
– Cuidar a los animales. Cada año miles de perros y gatos son abandonados, y son solo un ejemplo del maltrato animal. Los niños y niñas deben aprender a cuidar y respetar a los animales. Si tienen un animal en casa deben aprender a darles de comer, a jugar con ellos, a que deben salir a pasear tres veces al día o a llevarles al veterinario si enferman.
– Actividades de voluntariado. No hay mejor forma de enseñar que mostrando y dando ejemplo. Si tus hijos e hijas ya tienen la edad suficiente, puedes ir con ellos a una acción de voluntariado relacionada con el ambiente como la limpieza de una playa, de un parque o de otro entorno natural. Otra buena opción es dar paseos por entornos naturales para que aprecien la belleza y aprendan a cuidar la naturaleza.
– Consumo responsable. La forma que tenemos de consumir también influye mucho en el ambiente. Por ejemplo, es importante que descubran la importancia de evitar el plástico o de reciclarlo. Enseñarles a utilizar envases reciclables o a dar una segunda vida a las botellas de plástico como portalápices o como huerto urbano, por ejemplo.
Valores que deben aprender niñas y niños para cuidar el ambiente
El cuidado del ambiente tiene su base en los valores que se aprenden desde pequeños. Se habla de valores ambientales para referirse a aquellos actos y comportamientos positivos que realizamos a favor del ambiente y que nos ayudan a poner en práctica hábitos que favorecen la conservación, la defensa y la mejora del entorno.
Algunos de los valores fundamentales que colaboran para ser adultos responsables son los siguientes:
– Amor. El amor hacia las personas, animales y plantas que nos rodean es esencial fomentarlo en niños y niñas.
– Respeto. Es otro valor fundamental que ayuda a los niños y niñas a entender que la diversidad siempre nos enriquece.
– Responsabilidad. Cada uno de nosotros debe asumir un rol activo frente al deterioro del ambiente y responsabilizarse colaborando para su mejora o evitando empeore.
– Cuidado. Los adultos tenemos el importante papel de enseñar sobre la importancia de conservar y cuidar los recursos naturales (como el agua, por ejemplo), para que puedan estar disponibles para futuras generaciones.
– Convivencia. El valor de la convivencia no solo es importante para relacionarse en sociedad sino para comprender nuestra condición de ecodependientes e interdependeintes; que necesitamos de otros seres: personas, animales y plantas para poder desarrollarnos.
En definitiva, tener valores ambientales ayuda a crear generaciones futuras conscientes del rol clave que cumple cada una de las especies que habitamos el planeta y la necesidad de su cuidado y conservación.