Las temperaturas sofocantes han marcado récord en los últimos días en varias naciones y, Reino Unido, rompió tres veces en un mismo día sus marcas históricas llegando a los 40,3 °C, una cifra jamás registrada allí.
Francia emitió advertencias de calor extremo, Países Bajos registró también un récord de temperaturas para el mes de julio y en Bélgica un fuego provocado por el calor destruyó varios vehículos.
Los voraces incendios forestales arrasan en Francia, Portugal, España y Grecia obligando a miles de personas a evacuar sus hogares y, aunque todavía se desconocen las cifras oficiales, se estima que el número de muertes es elevado.
De acuerdo con los pronósticos, la ola de calor se dirigirá en los próximos días hacia el norte y se espera que la temperatura llegue también a los 40 °C en el extremo sur de Bélgica, así como en el oeste y suroeste de Alemania.
Casi la mitad del territorio europeo, incluido el Reino Unido, está «en riesgo» de sequía, según afirmaron los investigadores de la Comisión Europea. El Centro Común de Investigación destacó que la sequía en gran parte de Europa es «crítica», ya que el «déficit de precipitaciones de invierno-primavera, se vio exacerbado por las tempranas olas de calor de mayo y junio».
El suministro de agua puede verse «comprometido» en los próximos meses, según el informe.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) insta a los gobiernos a la acción climática urgente.
Qué son los incendios de sexta generación como los que arrasan el sur de Europa
No todos los grandes incendios son iguales. El cambio climático, con fenómenos extremos como las sequías y las lluvias torrenciales, sumado al abandono de la gestión forestal y a los cambios de uso del suelo pueden llegar a producir incendios muy voraces ante los que los servicios de extinción apenas pueden actuar.
Se les conoce como incendios de «sexta generación» y suelen ser devastadores. Los hemos visto en Australia, en Estados Unidos y ahora en el sur de Europa, donde una intensa ola de calor está alimentando auténticos monstruos de fuego.
Son fenómenos que hasta ahora eran raros pero que cada vez son más frecuentes, como el que en 2017 mató a más de 60 personas en Portugal. Son capaces de modificar el clima y pueden originar tormentas de fuego.
Se trata de fuegos muy peligrosos, que parecen cobrar vida propia y que quedan fuera de la capacidad de extinción. Poco importa el número de bomberos que intenten luchar contra él porque su intensidad es tal que apenas pueden acercarse y prácticamente solo se puede esperar a que cambie el tiempo y llueva para calmar su furia.