A menos de tres meses del inicio de la conferencia sobre cambio climático COP 2 en Glasgow, los expertos climáticos de la ONU (IPCC) enfatizan que los humanos son «indiscutiblemente» responsables del cambio climático y no tienen otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, si quieren limitar el daño.
Este primer informe de evaluación en siete años, adoptado el viernes por 195 países, revisa cinco escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, desde el más optimista hasta el peor de los casos.
El documento constituye una «severa advertencia» sobre el impacto de la actividad humana en el planeta, dijo el gobierno británico, quien expresó la esperanza de que incentive la acción antes de la COP26 programada para noviembre en Reino Unido. Para el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, este último «hace sonar la sentencia de muerte» para los combustibles fósiles.
Peor y más rápido
El documento destaca que el calentamiento global es peor y más rápido de lo temido. Alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se puede alcanzar el umbral de +1,5 ºC, con riesgos de desastres sin precedentes para la humanidad, ya sacudida por incendios e inundaciones.
En todos los escenarios, la temperatura del planeta alcanzaría el umbral de +1,5 ºC respecto a la era preindustrial alrededor de 2030, diez años antes de lo previsto en la estimación de 2018.
Antes de 2050, se superaría este umbral, e incluso se llegaría a +2 ºC si no se reducen drásticamente las emisiones.
Esto supondría el fracaso del Acuerdo de París, que pretendía limitar el calentamiento por debajo de los +2 ºC, o de +1,5 ºC si fuera posible.
El planeta ya ha alcanzado los +1,1 ºC y empieza a constatar sus consecuencias: fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia o Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, termómetros que rozan los 50 ºC en Canadá.
«Si piensan que esto es grave, recuerden que lo que vemos ahora es solo la primera salva», dice Kristina Dahl, de la organización Unión de Científicos Preocupados (UCS).
Incluso limitando el calentamiento a +1,5 ºC, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos aumentarán de forma «sin precedentes» tanto en su magnitud, frecuencia, ubicación o momento del año en que ocurren, advierte el IPCC.
«Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono», insiste Panmao Zhai, copresidenta del grupo de expertos que elaboró la primera parte de esta evaluación del IPCC.
Dos informes más
La segunda parte, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto de estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente transformada en 30 años o incluso menos.
La tercera parte abordará las soluciones posibles y se espera para marzo.
Pero el camino a seguir es conocido: impulsar la transición hacia una economía descarbonizada.
«Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta», reclamó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. «No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas», insistió.
Por ahora, solo la mitad de gobiernos revisaron sus objetivos iniciales de reducción de emisiones.
Los compromisos adoptados tras el Acuerdo de París de 2015 conducirían a un aumento de +3 ºC. Eso en caso de respetarse, porque el ritmo actual lleva a +4 ºC o +5 ºC.
El informe indica que algunas consecuencias ya son «irreversibles». El deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante siglos o milenios.
El mar, que ya ha crecido 20 centímetros desde 1900, todavía podría avanzar medio metro más para 2100 aunque se mantenga el calentamiento a +2 ºC.
Por primera vez, el IPCC no descarta la llegada de «puntos de inflexión», eventos irreversibles poco probables pero de dramático impacto, como el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas.
Esto no es motivo para tirar la toalla, justo lo contrario, porque cada fracción de grado cuenta, dicen científicos y activistas.
«No estamos condenados al fracaso», asegura Friederike Otto, una de las autoras.
«No dejaremos que este informe se quede en un estante (…) Lo llevaremos con nosotros a los tribunales», advierte Kaisa Kosonen, de Greenpeace.
El informe enfatiza que los humanos son indiscutiblemente responsables del cambio climático y no tienen otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, si quieren limitar el daño.
Abrir los ojos
La activista sueca Greta Thunberg sostuvo que “este borrador permite al mundo ver la realidad de frente. Aunque confirma que la situación climática es muy grave y que es necesario actuar ya, el texto resultante es también una fuente de esperanza porque muestra que hay cada vez más gente que está dispuesta a decir las cosas como son”, afirmó. «Es la realidad y a ella vamos a tener que adaptarnos», insistió.
La joven activista sostuvo que no se puede enfrentar la realidad “sin decir las cosas tal y como son. Esto es algo que puede ayudar a que la gente se despierte, lo cual es muy útil», subrayó Thunberg, quien consideró que el informe permite «abrir los ojos», lo que es mejor que una «falsa tranquilidad».
«Algunos están tan obsesionados con la idea de no asustar a la gente que no quieren hablar de la crisis climática. Pero por mi experiencia con la gente que he conocido es completamente lo contrario», sostuvo desde Estocolmo. «Lo peor es cuando no queremos afrontar la realidad y le restamos importancia a las cosas, diciendo ‘todo va a ir bien, no te preocupes’ o ‘estamos haciendo todo lo que podemos’ cuando no es cierto», argumentó.
Con información de AFP