Dinamarca se posiciona como Estado pionero en la lucha contra el cambio climático al anunciar el fin de las exploraciones de petróleo y gas en el mar del Norte.
«Ponemos un final definitivo a la era de los combustibles fósiles», afirmó el ministro de clima de Dinamarca, Dan Jorgensen, durante el anuncio.
Dinamarca es actualmente el mayor productor de petróleo de la Unión Europea, aunque produce mucho menos que Noruega o Reino Unido. Se estima que la medida le puede costar alrededor de US$1.000 milones, de acuerdo al ministerio de Energía.
«El objetivo es ser climáticamente neutrales en 2050 y si queremos tener alguna credibilidad en eso, entonces esta es una decisión necesaria», afirma el ministro Jorgensen.
En 2019, cuando el gobierno actual llegó al poder, la primera ministra Mette Frederiksen bautizó a su triunfo como «la primera elección climática».
Su gobierno recientemente se enfrentó a críticas por no tomar medidas más ambiciosas para alcanzar sus objetivos ambientales, pero esta noticia envía un mensaje fuerte.
Desde el anuncio, expertos consideran que Dinamarca tiene uno de los objetivos climáticos más ambiciosos del mundo. Su plan es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 70% para 2030, así como anular sus emisiones netas para 2050.
El plan del gobierno danés es detener por completo la extracción de combustibles fósiles y dejar de ser un emisor de dióxido de carbono de aquí a 2050.
Helene Hagel, jefa de política climática y medioambiental de Greenpeace Dinamarca, dijo que el nuevo anuncio significa que «el país puede consolidarse como un pionero verde e inspirar a otros a poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles que destruyen el clima».
Esta decisión marca un hito histórico. Ningún otro país productor importante de petróleo dio un paso así. Desde la década de 1970, el país obtuvo miles de millones de dólares con el petróleo del Mar del Norte y esto ayudó a financiar el generoso estado de bienestar del país.
Se estima que alrededor de 4.000 puestos de trabajo dependen de este sector, principalmente en la costa oeste de Dinamarca. El nuevo plan prevé reconvertirlos en nuevos empleos que provendrán del creciente sector eólico marino del país.