La alimentación es un proceso voluntario a través del cual elegimos e ingerimos los alimentos que vamos a comer. La elección de lo que comemos y cómo lo comemos es una mirada hacia nuestro interior para observar y analizar nuestras conductas, nuestro estilo de vida, nuestra salud y, en definitiva, nuestra felicidad.
Una vez ingeridos los alimentos termina la alimentación y empieza la nutrición, que es el proceso inconsciente e involuntario por el que el organismo recibe y transforma las sustancias nutritivas que le brindamos a través de lo que comemos.
Hoy no cabe duda de que lo que comemos es clave para alcanzar y mantener un funcionamiento óptimo del organismo, conservar o restablecer la salud y protegernos frente a la aparición de futuras enfermedades.
Pero no solo somos lo que comemos, además de la dieta, existen otros factores que influyen en la función inmunitaria: la edad, el sexo, la genética, el estado de hidratación, la práctica de actividad física, las enfermedades crónicas, el estrés, entre otras.
¿Cómo alimentarnos para mejorar las defensas?
Además de prevenir enfermedades como las cardiovasculares, degenerativas, articulares o depresión, una buena alimentación nos va a ayudar a mantener nuestro organismo joven, sano y fuerte.
Las vitaminas como A, C y D cumplen un papel importante en la inmunidad, porque cuidan las barreras de defensa primaria, consolidan la integridad de los vasos sanguíneos y ayudan a mejorar las funciones de los glóbulos blancos, mientras que minerales como el hierro y el zinc colaboran a través del transporte de oxígeno en la formación de proteínas que formarán anticuerpos.
Es conocida la función de la vitamina D en la protección a nivel de los bronquios. En efecto, existen estudios donde sugieren que hay una mayor incidencia de infecciones respiratorias en quienes es deficiente su consumo. Para que sea efectiva, es necesaria su activación por medio de la luz solar. La vitamina A, en tanto, cuida la piel del ingreso de elementos dañinos como la micosis.
También impacta en nuestra inmunidad la vitamina C, que mejora la actividad de neutrófilos y monocitos, dos tipos de glóbulos blancos, e interviene en la activación de linfocitos T, que son células del sistema inmunológico, cuya función es defendernos, por ejemplo, de los virus.
Podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico con una alimentación que contenga variedad de alimentos, incluyendo siempre leche o yogur, algún tipo de queso y huevo. La carne puede ser de cualquier tipo (roja, de cerdo, pescado, pollo o cordero) y es suficiente su ingesta 1 o 2 veces por semana. Para quienes han tomado la decisión de suspender su consumo (ya sea para no contribuir al maltrato animal, para evitar más emisiones o por el motivo que sea), se puede suplementar fácilmente con otros alimentos. Y también es importante incorporar legumbres, que aportan minerales y fibra.
Además de prevenir enfermedades como las cardiovasculares, degenerativas, articulares o depresión, una buena alimentación nos va a ayudar a mantener nuestro organismo joven, sano y fuerte.
A los hidratos de carbono hay que ingerirlos con moderación y siempre hay que prestar muchas atención a hidratarse correctamente.
¿Cómo encontrar los nutrientes?
Vitamina A y D: la contienen la yema de huevo, leche e hígado, y también está presente en quesos, yogures enteros o que han sido fortificados, en riñones y en carnes de todo tipo. Hortalizas de color anaranjado o verde oscuro (vitamina A), pescados grasos como atún, caballa y sardina (vitamina D).
Vitamina del complejo B: la B12 se halla en productos cárnicos, la B1 en cereales integrales (avena, centeno o arroz integral).
Vitamina C: está en la naranja, pomelo, mandarina, el kiwi, frutilla y quinoto, y también en pimientos, perejil, en el repollo blanco y rojo y en el brócoli.
Hierro y Zinc: son minerales presentes en carnes rojas, hígado, pollo, cerdo, legumbres (lentejas, arvejas, porotos, garbanzos), frutos secos y cereales integrales. La preparación de las carnes puede alternarse en guisos, horneadas, asadas, grilladas, en hamburguesas, milanesas al horno y pasteles).