El estudio, que incluyó datos de casi 3.000 participantes de la investigación, descubrió que aquellos que se adhirieron a cuatro o a los cinco comportamientos saludables especificados tenían un riesgo 60% menor de Alzheimer, según publican los autores en Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
Los comportamientos fueron actividad física, no fumar, consumo de alcohol de leve a moderado, una dieta de alta calidad y actividades cognitivas , según este estudio financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA), parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
«Este estudio observacional proporciona más evidencia sobre cómo una combinación de comportamientos modificables puede mitigar el riesgo de enfermedad de Alzheimer -señala el director del NIA, el doctor Richard J. Hodes-. Los hallazgos fortalecen la asociación entre comportamientos saludables y un menor riesgo, y se suman a la base de los ensayos clínicos controlados para probar directamente la capacidad de las intervenciones para retardar o prevenir el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer».
El equipo de investigación revisó los datos de dos poblaciones de estudio longitudinal financiadas por el NIA: el Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (CHAP) y el Proyecto de Memoria y Envejecimiento (MAP).
Seleccionaron participantes de esos estudios que tenían datos disponibles sobre su dieta, factores de estilo de vida, genética y evaluaciones clínicas para la enfermedad de Alzheimer. El conjunto de datos resultante incluyó a 1.845 participantes de CHAP y 920 de MAP.
Los investigadores calificaron a cada participante en función de cinco factores de estilo de vida saludable, todos los cuales tienen importantes beneficios para la salud: al menos 150 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, no fumar, consumo de alcohol de leve a moderado, dieta mediterránea y DASH de alta calidad para la dieta de retraso neurodegenerativo (MIND) y participar en actividades cognitivas.
Luego, el equipo de investigación comparó las puntuaciones con los resultados del diagnóstico clínico de Alzheimer en los participantes de CHAP y MAP. El autor principal del artículo, Klodian Dhana, profesor asistente en el Centro Médico de la Universidad Rush, enfatiza que la combinación de factores de estilo de vida saludable es clave.
No fumar, hacer actividad física, tener un consumo de alcohol de leve a moderado, llevar una dieta de alta calidad y realizar actividades cognitivas, reducen la posibilidad de contraer Alzheimer.
En este sentido, señala que, en comparación con los participantes que no tienen factores de estilo de vida saludables, el riesgo de Alzheimer era 37% menor en aquellos con dos a tres y 60% menor en aquellos con cuatro a cinco factores de estilo de vida saludable.
«Este estudio basado en la población ayuda a pintar la imagen de cómo múltiples factores probablemente juegan un papel en el riesgo de la enfermedad de Alzheimer -añade Dallas Anderson, director del programa en la División de Neurociencia del NIA-. No es un resultado claro de causa y efecto, sino un hallazgo sólido debido a los conjuntos de datos duales y la combinación de factores de estilo de vida modificables que parecen conducir a la reducción del riesgo».
Una revisión e informe de investigación de 2017 encargado por el NIA concluyó que la evidencia sobre factores del estilo de vida, como el aumento de la actividad física, junto con el control de la presión arterial y el entrenamiento cognitivo, es «alentador aunque no concluyente» para prevenir el Alzheimer.
Desde entonces, ha surgido más investigación, como el ensayo SPRINT MIND, que sugiere que el control intensivo de la presión arterial puede retrasar el daño cerebral relacionado con la edad, y se han lanzado nuevos ensayos.