Escuchaste hablar del calentamiento global, del consumo de energías no renovables, de la necesitad de preservar los bosques y las fuentes de agua potable. Son grandes temas que necesitan del compromiso de muchos actores para modificar el alarmante estado de situación. Ahora bien, existen acciones, muy importantes donde vos también podés colaborar tomado las decisiones correctas. El ahorro y la eficiencia energética benefician a la vez tu economía y contribuyen a la lucha contra el cambio climático.
Usá lámparas LED. Las luces LED reducen el consumo energético hasta un 80-90% respecto a las antiguas incandescentes. Apagá siempre las luces de habitaciones que no estés usando. Para las zonas muy transitadas o usadas por muchas personas diferentes, lo ideal son los interruptores de presencia, que se encienden o apagan automáticamente al detectar movimiento.
Tu computadora puede consumir menos energía. Usá el modo de ahorro de energía del sistema operativo. Cuando termines de trabajar, apagá la computadora y no olvides desconectarla también de la fuente de alimentación. Por cierto, los ordenadores portátiles son más eficientes energéticamente que los de sobremesa. Mientras los uses, asegurate de que tengan buena ventilación para evitar sobrecalentamientos, por ejemplo, situando la compu sobre un soporte elevador.
Pequeñas acciones a tu alcance, contibuyen al ahorro de energía y suman grandes beneficios para el ambiente.
Comprá electrodomésticos de mayor eficiencia energética. Muchos electrodomésticos consumen más energía de la necesaria, incluso cuando están apagados. Buscá los que tengan etiquetas de ahorro energético de clase A, la más eficiente. Una heladera fabricada en 1993 consume el doble de electricidad que un modelo de alta calidad moderno. Su cambio te reportará grandes ahorros en la factura de electricidad, y contribuirás a reducir las emisiones anuales de CO2.
Eliminá las pérdidas de energía de reposo. Televisores, equipos de audio, computadoras y todos los accesorios que te acompañan continúan consumiendo electricidad cuando están en modo “stand by”. Para evitarlo, desconectá los enchufes o, más fácil, utilizá un enchufe múltiple con su propio interruptor de corte. Estas pérdidas son las responsables del 5 al 13% del consumo de electricidad en los hogares de los países de la OCDE.
No dejes enchufados cargadores y transformadores. Siguen consumiendo electricidad incluso cuando no se utilizan. Desconectá los cargadores de teléfonos móviles y demás aparatos digitales, y los transformadores de las lámparas halógenas y demás electrodomésticos siempre que no estén en uso.
No utilices electrodomésticos a pilas. Por ejemplo máquinas de afeitar o cepillos de dientes, porque consumen más energía que los conectados a la red. Si no tenés alternativa, al menos intentá cargarlo correctamente. Desenchufalo tan pronto como se recargue la pila, utilizalo hasta que se desgaste y desechalo correctamente cuando no funcione más.