Los rayos solares son la principal fuente para la formación de vitamina D que tiene el cuerpo humano. Sin embargo, a raíz de la pandemia y el encierro, muchas personas dejaron de exponerse al sol con la frecuencia necesaria para producir esta vitamina tan importante para la salud.
La doctora Ana María Cappelletti explica que hace tiempo se observa un aumento en el porcentaje de personas con vitamina D por debajo de los valores óptimos para la salud, en menor o mayor grado. Sus principales síntomas suelen ser cansancio, dolores musculares y óseos, aunque estos no siempre están presentes. “Tiene que ver con una escasa exposición al sol y por el uso de bloqueadores solares, que es un cuidado necesario pero que impide su absorción. Necesitamos una dosis de sol diaria en el cuello y en las extremidades -que varía según la persona, el tipo de piel y la edad- sin usar protector y en horas en las que haya rayos UV”, manifiesta y menciona al sobrepeso y la obesidad como otros factores que pueden influir en los bajos niveles de vitamina D.
Cappelletti señala que la función más conocida de la vitamina D se relaciona con la salud ósea y muscular, pero hace años se abrió un campo de investigación importante en relación a otras múltiples funciones que podría cumplir, sobre todo en el sistema inmunológico. “Se cree que su déficit estaría relacionado a ciertos tipos de cáncer, enfermedades reumáticas y degenerativas. Pero más allá de estos estudios, todavía no hay evidencia suficiente que pruebe que la suplementación de esta vitamina prevenga o mejore estas afecciones”, detalla.
Aunque el sol es la principal fuente de vitamina D, también se la puede incorporar consumiendo pescados grasos, como el salmón, la sardina y la caballa; en los lácteos fortificados con vitamina A y D y en huevos.
También se está estudiando qué rol podría cumplir la vitamina D en relación al coronavirus. “Hubo estudios en los que se observó una asociación entre el déficit de vitamina D y formas más graves de neumonía por SARS-CoV-2, que es el virus que provoca el covid-19”, cuenta la especialista y asegura que se están realizando ensayos clínicos para probar la vitamina en el tratamiento contra el coronavirus.
¿Qué hacer para tener los niveles adecuados de esta vitamina?
Cappelletti señala que aunque el sol es la principal fuente de vitamina D, también se la puede incorporar consumiendo pescados grasos, como el salmón, la sardina y la caballa; en los lácteos fortificados con vitamina A y D y en huevos. La clave está en consultar a un médico para conocer las porciones necesarias para cada uno y en caso de que sea necesario, indicará una suplementación de vitamina D.
Dra. Ana María Cappelletti. Médica especialista en endocrinología ginecológica. Directora de posgrados en obesidad de la Universidad Favaloro. Actual secretaria de la Sociedad Argentina deNutrición.